01/31/2008

Reinventarse

Por Pedro Rodiz

“La pregunta es ¿de dónde habrán de salir los recursos? El Gobierno –nuestro maltrecho, quebrado, inepto y desprestigiado Gobierno- no es la respuesta. Es hora de reinventarse” Mario Alegre Barrios


He leído con detenimiento el reportaje investigativo, dividido en cinco partes, que realizó Amber Lee Vélez Burr para el periódico El Nuevo Día. Los mismos hacen referencia a la actividad cultural del País, en específico al manejo de los teatros. Se le preguntó a varias personas, todas ligadas de una manera u otra a la administración de diferentes teatros del patio, sobre cuáles eran las dificultades mayores que incurrían al mantener abiertos estos espacios. Y se puede llegar a una conclusión: que es grave la dependencia que se tiene del Gobierno para resolver los problemas artístico-culturales. También le añadiría la incapacidad de nuestros dirigentes de proponer nuevas ideas que no sea el mantengo, y de nuestra inacción para buscar alternativas fuera de la maldita dependencia a la teta gubernamental. Claro, es más cómodo sentarse a esperar que las diferentes entidades gubernamentales nos resuelvan los problemas.
Paralelo a esto, se suscitó una manifestación para exigirle al Gobierno, en especial a los legisladores, que se le otorgara unos 500 mil dólares adicionales para poder operar el Museo de Arte Contemporáneo que alberga la antigua escuela Rafael M. Labra. ¿Yo no puedo entender cómo una entidad, que si mal no recuerdo, estaba anclada dentro de las facilidades de la Universidad del Sagrado Corazón, que le otorgaron las recién remodeladas facilidades de la Labra para que mudaran su museo, le dan un presupuesto de $500,000 y no les da? Al parecer la legislatura está a punto de resolverles el problema, ya hay unos compromisos para conseguirles el dinero. Nunca fue más pertinente el refrán: “el que no grita, no mama” Bien por ellos que consiguieron lo que buscaban. Resuelto su problema. No me malinterpreten, el MAC debe permanecer abierto a como de lugar. El dinero tiene que aparecer. Lo que piden es maní comparado con el despilfarro que tiene el Gobierno todos los días. Y es mucho el bien que hacen. Ese no es el punto.
Las aportaciones económicas del Gobierno son necesarias, pero ¿deben ser las únicas? Y si la Legislatura no les otorga el dinero ¿qué van a hacer? ¿De verdad que van cerrar?
Los que aún no hemos resuelto los problemas somos los teatristas. Del reportaje investigativo de Amber Lee, se desprende que el Instituto de Cultura Puertorriqueña tiene a su cargo cuatro teatros: El Victoria Espinosa, el Francisco Arriví, el Lucy Boscana y el Corralón de San José. Según reaccionaron las personas encargadas, el problema radica en los escasos fondos disponibles con que cuenta el ICP para manejar y mantener estos teatros. Así que me puse a pensar, que mientras esos espacios y muchos otros alrededor de la Isla estén en manos del Gobierno central o de los municipios, es poco lo que mejorará la situación.
Propongo lo siguiente con un espacio como el Corralón de San José o como el teatro Lucy Boscana. Si es un problema mantenerlos, pues por qué no buscar, por ejemplo, a seis compañías o grupos de teatro, por aquello de dar un número, que se encarguen de esos espacios – me refiero a seis compañías o grupos por teatro. Así cada compañía tendría, como mínimo porque ellos podrían repartirse las fechas como mejor les convenga, dos meses al año para presentar sus propuestas. El espacio seguiría siendo del ICP, éstos no les cobrarían renta por esos teatros, pero los grupos o compañías teatrales estaría a cargo de mantenerlos en buenas condiciones, también se encargarían de pagar el agua y la luz. Al cabo de un año, agentes del ICP, harían una inspección ocular, y si todo está en orden, se les renueva el contrato por otro año adicional. Sí, porque el contrato sería de año a año. Si uno de las compañías o grupos decide retirarse o incumple con los acuerdos previamente acordados, pues se le sustituye por otra.
Se le brindaría la oportunidad a las compañías teatrales el poder hacer teatro ininterrumpidamente sin tener que preocuparse por buscar un espacio donde ensayar o donde presentar. Con el continuo flujo de proyectos, ayudaría a calentar el lugar, dejando ganancias necesarias para que sigan experimentando. Además de que se generarían muchos empleos directos e indirectos.
El ICP gana porque no tiene que preocuparse por desangrar su presupuesto para el mantenimiento de esos espacios, ni tiene que ceder la custodia de los mismos a nadie. Las compañías o grupos se beneficiarían porque tendrían un espacio fijo, por tanto, redundaría en mejores propuestas artísticas. Así que todos ganan. ¿O es que prefieren que esos teatros se conviertan en estorbos públicos?
Lo mismo se podría hacer con los teatros municipales. Lo importante es dárselos a los artistas para que hagan lo que saben hacer. Esa es la labor del gobierno: la de facilitar, no la de controlar.
Un buen ejemplo para ilustrar lo que digo es las maravillas que ha hecho Aravind Enrique Adyanthaya en San Germán con una casona que perteneció a su familia. Para muestra, con un botón basta.

01/25/2008

Éxodo

Por Pedro Rodiz

Les recomiendo el artículo que escribió Lowell Fiet y que salió publicado el Claridad. Lleva por título ¿Existe un público teatral puertorriqueño? El mismo salió en la edición impresa de la semana del 17 al 23 de enero de 2008. También lo pueden conseguir en http://www.claridadpuertorico.com/ Es muy interesante porque hace un análisis, a grandes rasgos, sobre el comportamiento del público que asiste al teatro en Puerto Rico. En síntesis, plantea que existe un público que acude a las diferentes salas pero que no se ha creado un público teatral puertorriqueño. Toma como ejemplo varios teatros y compara, en términos generales, la oferta artística de algunos de esos espacios y de los gustos del público que asiste; de cómo ofertas parecidas en otras salas, no tienen la misma acogida. Lowell enfatiza, con referencia a un teatro como el de Yerbabruja lo siguiente: “¿Cómo puede un espacio restricto y a veces incómodo generar tanto interés y energía?; en el casco de Río Piedras, sin estacionamiento al lado, subir al cuarto piso, esperar en el pasillo caluroso o la azotea de un edificio y, finalmente, sentarse en las gradas duras de madera.”
Javier del Valle, en un artículo escrito para El Vocero que lleva por título: Por una industria teatral y que está disponible en http://www.teatropr.blogspot.com/, expone que el alejamiento del público de nuestros teatros se debe a una mala utilización de la publicidad. Toma como punto de partida –al igual de Lowell Fiet- la poca asistencia al pasado Festival de Teatro Internacional del ICP como base para su exposición: “Estas propuestas no llenan salas. Prueba de ello es el fracaso en los niveles de asistencia…” Luego hace tres preguntas fundamentales: “¿Ha sufrido nuestro paladar escénico una considerable transformación? ¿Se está utilizando las herramientas de divulgación de manera efectiva por los gestores de teatro? ¿Se han enterado otros sectores de las grandes posibilidades de desarrollo al apoyar la gestión cultural en especial al teatro?” Después hace un desglose de argumentos en el que contesta las preguntas. Culmina con un comentario incendiario: “Es momento de transformar nuestros medios para llevar a la gente al teatro. Los sectores con posibilidades de desarrollo están enajenados como los mismos teatristas”.
Es evidente el bajón en la asistencia al teatro como mencionan ambos en sus escritos. Lowell fue un poco más específico al afirmar que ya las salas grandes no se llenan. Parafraseándolo, dice que el público que asiste es aproximadamente de unas 75 personas por función, a veces más, a veces menos.
Por eso es que estos dos artículos son muy valiosos. Ellos están documentando lo que se comenta por todos lados. Entiendo que este asunto es bien delicado: sin público no hay teatro.
Lo que sí tengo claro como hacedor de teatro, es que es difícil determinar los gustos de ese público flotante. Pero eso trae a colación una pregunta existencial: ¿Hay que hacer teatro para complacer al público? ¿Se debe elegir o construir un proyecto pensando en los gustos de los espectadores? ¿Sabrán los espectadores lo que quieren? ¿O es que de lo que se le ofrece es poco lo que les interesa?
Más allá de pretender que la culpa es exclusiva de una mala publicidad –he visto obras con una buena publicidad que asiste poco público, y también he estado en algunas que la publicidad es poca y el espacio está a reventar- lo que hay que plantearse con urgencia es dónde está el cáncer para darle quimioterapia. ¿Es un problema de costo del boleto? ¿Es un problema de las propuestas que no apelan o estimulan al público local? ¿Todas las anteriores? ¿Todas las anteriores y otras no identificadas? ¿Ninguna de las anteriores?
Como bien señala Lowell, los teatros pequeños atraen más público que los teatros grandes. ¿O es que atraen a la misma cantidad de personas sólo que en las salas grandes son más evidentes las sillas vacías?
En fin, que si no han leído estos dos estupendos artículos –de los que se puede asentir o diferir- les sugiero que lo hagan. Me dio mucho gusto leerlos porque ponen sobre el tapete un punto neurálgico de nuestro teatro actual. ¿Estamos poniendo de todo nuestro empeño, como clase profesional y artística, a comenzar a buscarle alternativas a este gran problema? Porque nos jugamos la vida en esto. No son tiempos de buscar culpables sino de encontrar soluciones.

01/24/2008

Augusto Boal nominado como candidato al Premio Nobel de la Paz

Por Centro Latinoamericano de Creación e Investigación (Celcit)

El brasileño Augusto Boal, teatrólogo y creador del Teatro del Oprimido, ha sido nominado candidato al Premio Nobel de la Paz. Se ha lanzado una campaña urgente para apoyar su candidatura ya que el Comité del Nobel recibirá los manifiestos de apoyo hasta el 31 de enero de 2008.

Solicitud de Apoyo

Si tienes la intención de nominar a Augusto Boal, y la compartes con tus compañeros, por favor, escribe al Comité cuanto antes, declarando al Comité quién eres y el colectivo al que representas –si lo hay– y las razones por las que opinas que Augusto Boal merece este premio por su trabajo alrededor del mundo. Por supuesto, ninguno de nosotros cree que Augusto Boal obtenga finalmente el Nobel, ¡sólo soñamos con ello! Comparte candidatura con gente más famosa, ya que como se comenta hay jefes de Estado, políticos, organizaciones internacionales... por lo que las posibilidades son casi nulas. No obstante, es muy importante el hecho de ser apoyado por personas y organizaciones que conocen su trabajo y que realizan el suyo con los mismos principios éticos. Tu apoyo es esencial. Hemos comprobado cómo la gente en Brasil y el resto del mundo ha quedado muy impresionada por la nominación en sí misma, cosa que nos anima a buscar apoyos. Hemos detectado una percepción más próxima de la importancia del Teatro del Oprimido en América Latina, Africa y otros continentes. Es fundamental el apoyo recibido desde diferentes países. Estamos recibiendo muchos y sólo esto ya nos enorgullece y nos hace conscientes del trabajo que se está realizando a lo ancho del mundo basado en el Teatro del Oprimido y en la búsqueda de la paz, una paz sin pasividad.Nuestra única preocupación es el tiempo: tenemos que actuar ya, debido a que el plazo acaba el 31 de enero.
Envíen sus escritos a:

The Norwegian Nobel Committee
Henrik Ibsens gate 51
NO-0255 OSLO - Norway

01/23/2008

Madonna, la reina madre.

Por Pedro Rodiz

Esto uno de los cinco monólogos que componen la obra El chicle de Britney Spear y es uno de mis favoritos. Aquí lo comparto con ustedes.

"Nunca desprecies la comedia ni la mires como la prima pobre del drama"
Alan Ayckbourn


Elizam va detrás de un biombo y se quita el traje. Se pone un corpiño de tela satín champaña con brassier cónico y medias de mallas. Un pantalón tipo palazo y una peluca con repelado, moño postizo largo y rubio. Se escucha la canción “Like a Virgin”. Las bailarinas salen con otro vestido y comienza el bailoteo de la coreografía. Entra Elizam vestido como Madonna y realiza una imitación casi perfecta. De no saberse que es él casi se podría decirse que era ella en persona. Luego de concluida la imitación, las bailarinas lo cubren con una bata tipo toalla de baño. Él se dirige a sus invitados:

Elí:

Estoy sumido en una paradoja o en dos, para ser más exacto. La primera es Madonna, no la virgen, la madre de Dios. De esa no voy a hablar, ¡Dios me libre! Voy a mencionar a la otra, a la cantante, la reina del pop, quien puede ser o no ser virgen. No podemos utilizar a su hija para invalidar su virginidad porque María, la virgen madre de Dios, también tuvo un hijo y siguió siendo virgen, o eso nos han dicho, predicado e inculcado en nuestra formación cristiana. Por tanto, si de ser virgen se trata, el tener hijos no sirve como evidencia para dejar de serlo.
A la Madonna, la cantante, la conocemos por “Like a Virgin”. No sabemos ni su verdadero nombre ni nos importa. Ella es un producto de la cultura norteamericana, así como La Madonna, la otra, la madre de Dios, es un producto de la Iglesia Católica. Pero ¿qué estoy diciendo? Estoy pecando contra la Iglesia. Bueno, ya no soy católico, o sea que ya no estoy pecando. Ya puedo hacer BBQ los Viernes Santos sin sentirme culpable.
El sentido de culpa es para los católicos; que ellos sigan sus reglas, así es como Dios lo ordena. ¿O es la Iglesia? “Lo que aten aquí en la tierra será atado allá en el cielo”. Frase muy conveniente para justificar lo injustificable. Ya me siento como Brad Pitt y su paternidad interracional: ¡confundido! ¿Es Dios o es la Iglesia la que determina el pecado? Yo lo voy a descubrir como lo hizo el hermano de James Brown, Dan Brown en el código Madonavinchi.
Volvamos a la Madonna, la cantante. Ella le dedicó un disco al Papa. Pero al Papa bueno, al Papa Juan Pablo II, que yo lo quiero como a un abuelito, no a ese otro, el Papa Armani. Pues le decía que Juanpi no la patrocinaba pero si era ferviente admirador de la otra, de la que no canta. Pero yo estoy seguro, aquí en mi corazoncito que la intimidad de sus aposentos en el Vaticano el cantaba La Isla Bonita, para acordarse de cuando vino a la Isla, allá en el parking de Plaza las Américas, cuando existía Velazco.
La Virgen madre, vivió en el medio oriente cuando el Imperio Romano lo gobernaba. La Madonna de ahora no vive allí pero el Imperio Romano de nuestros tiempos, el de los Estados Unidos, quiere adueñarse de aquellas tierras milenarias.
Las “Madonnas” son iconos en sí mismas. Es más, las Iglesias están revestidas de las imágenes de María igual como MTV y en VH1, que son los templos de la nueva iconografía contemporánea, donde los espectadores-feligreses-consumidores veneran con una devoción casi religiosa, presentan imágenes de Madonna a toda hora. Bueno de ella ya no tanto porque, a través de un beso -no como el de Judas en la mejilla a Jesús, el hijo de la virgen, sino de lengua- invistió a Britney Spears como la heredera y nueva pontífice de la iconografía mundial. Y Britney vendría siendo como la tercera Madonna ya que también se declaró virgen hasta que un novio despechado la desmintió, o mejor dicho, la desvirgó. Pero volvamos a las Madonnas “Seniors”, que son el consuelo en este valle de lágrimas. Cada una representa una ideología.
Así que esta mujer, que cuando vino a Puerto Rico, -yo me amanecí en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón en un “sleeping bags” para conseguir el primer boleto que me costó cien pesos cuando aquí los boletos más caros eran a $30 y yo tengo guardado ese boleto aquí en mi pecho, en mi escapulario junto a la virgen- [Lo enseña] Pues ella se pasó la bandera, literalmente, esa bandera [señala la que tiene colgada en la pared] por donde se legitima o no la virginidad, de la noche a la mañana es aclamada por quienes antes la censuraron y quienes tanto la aclamaron ahora la censuran. Y la Madonna, para cuantos querían retratarla posó, y la otra, la virgen, se fue para el pozo.
Y esto pasó con las dos Madonnas, porque las dos son rebeldes. Ahora hay una causa. Lo que no sabemos es que si esa causa es una excusa para vender más discos. Porque mira que esa vende. Esa vende muñecas, discos, películas, camisetas, viseras, pines, puso de moda las cruces y libros infantiles. Y la otra, la que canta, también. Y mira que la virgen tiene una varia iconografía. Le han cambiado el nombre o el “look” para hacerla accesible a todas las culturas. Que si los Brangelina fueran católicos tendrían una diferente por cabeza. Ella es la Virgen de Fátima, la de Guadalupe, la Providencia, la del Pozo, y ahora vende la nueva, la virgen de Coromoto, en fin, si sigo no acabo. Es como la colección de Barbies. Y el San José es como el Ken, que ninguno de los dos se vende mucho. Y que los dos les gusta trabajar con tablas: José era carpintero y a Ken es surfer.
¿Alguien tiene alguna idea de cuánto dinero se ha sacado en las ventas de las figuras e imágenes de la Virgen? Nadie lo sabe. Las figuritas que vende de todos los colores, de todos los tamaños y formas, de papel, de madera, de cerámica y de plástico, hechos en China o en Taiwán países no católicos pero que sí disfrutan de la música pirateada o comprada de Madonna. Ella arriesgó su reputación y su vida por traer al mundo al hijo de Dios al ser preñada por el Espíritu Santo.
Esto de salir embarazada por el Espíritu Santo parece a mitología griega. Suena a cuando Zeus se disfrazaba de lluvia o de toro para seducir a una ninfa. Pero fuera de esa imagen misteriosa de Inmaculada iniciada por la Iglesia Católica, está la joven valiente que retó a la autoridad de su tiempo para proteger a su cría. Igualito que la Madona que canta que no deja que su hija vea televisión ni lea revistas ni se ponga minifaldas.
A las dos las envuelve un manto de misterio y encanto aunque sean diametralmente opuestas.

01/21/2008

Pasar el cepillo

Por Pedro Rodiz

Hace unas semanas fui a una boda. La novia leyó un fragmento del Nuevo Testamento, creo que fue de una de las cartas de escribió San Pablo. Cuando escuché: … “esposas, sométanse a sus esposos…” dejé de atender. ¿Cómo es posible que todavía no hayan editado eso y otras cosas de la Biblia? ¿Qué esperan los religiosos para actualizarla? Digo, me meto en ese asunto religioso, porque ahora ellos se meten en asuntos laicos, que no les incumben y que están más allá de toda explicación razonable, como por ejemplo, el de presionar a los legisladores para que se suba a rango constitucional los matrimonios entre heterosexuales, excluyendo cualquier otro tipo de relación entre parejas. ¡Qué manía tienen los religiosos de meterse en la intimidad, en la cama de los demás!
¿A que a nadie se le había ocurrido la posibilidad de editar la Biblia? Es que aunque uno pueda estar en desacuerdo con algunos pasajes o versículos por considerarlos obsoletos o arcaicos, para una gran parte de la población del planeta, la Biblia sigue siendo su marco de referencia para dejarse guiar obtener consuelo por "este valle de lágrimas". Así que dicho de otra forma, a la Biblia no se le debe cambiar nada. De esta misma manera pienso que nuestra Constitución, -que otorga más derechos a los ciudadanos que la de los Estados Unidos- no debe trastocarse porque algunos religiosos entiendan que le falta algo. Que se siga manteniendo la separación de Iglesia y Estado, es lo más saludable para todas las partes.
En este fin de semana pasé por Punta Santiago, allá en Humacao. Tenía ganas de comerme dos pastelillos de Chapín. Y donde mejor me los he comido es un chinchorrito –me encantan lo chinchorros- que se llama El playerito. Está ubicado al final de esta comunidad. Lo descubrí un día, hace muchos años, cuando daba unos talleres de teatro allá, auspiciados por el Proyecto Peces. Éste es un proyecto comunitario. Es una organización sin fines de lucros que se encargan de ayudar a mejorar la calidad de vida de esas personas. Es un proyecto con visión y con un genuino deseo de echar hacia delante a todos en la playa. Y lo mejor de todo es los encargados son la misma gente que allí viven. Pues llegué a El playerito y mientras me freían los codiciados pastelillos –que tienen Chapín desde el primer bocado hasta el último- se me acercó una señora para pedirme dinero para su iglesia. Nunca nadie me había pedido dinero para alguna iglesia, excepto cuando pasan el cepillo en las misas. Cortésmente le dije que no, que lo que tenía era para los pastelillos. Mientras me comía los pastelillitos, me dio cargo de conciencia, no por la grasa sino por la petición de la señora. La religión ha sabido meternos el miedo dentro de nuestra siquis y uno rápido piensa que negarle algo a alguna iglesia es negárselo a Dios. De pronto me sentí como un Chapín dentro de un pastelillo. Eso es para que vean que la propaganda sí funciona.
En fin, los religiosos están en todas, hasta obras de teatro hacen en nuestras salas. Y les va mejor que a nosotros y llevan más público también.

01/20/2008

El Teatro Ideal

Por Pedro Rodiz

El teatro ideal sería aquél que uno pudiese hacer sin contratiempos, que se reciba las aportaciones económicas correspondientes, que se experimentara propuestas artísticas innovadoras, que se cobrara buenos sueldos -incluyendo los ensayos-, todos en un espacio propio y que el público lo abarrotara día tras día.
Eso es soñar con pajaritos preñados. Lo que sí me pareció curioso fue que van a remodelar el Teatro Ideal de Yauco a un costo de 4 millones de dólares y que lo tendrán listo para el 2009. No sé si alegrarme o qué. Digo, siempre es bueno que se abran salas. Nunca están demás.
Lo que resulta un poco contradictorio es que se inviertan 4 millones para la restauración de un edificio y no se invierta esa misma cantidad para el desarrollo de la actividad teatral, artística y cultural del País. El dinero que le asignan al Programa de Teatro y Danza del ICP al año no llega al medio millón. ¿Cuánto teatro se podría hacer con esa asignación de dinero?
Aquí se piensa con las patas. Anteriormente se impulsó un programa para llevar el teatro a las Comunidades Especiales. En parte fue bueno porque muchos de mis amigos consiguieron trabajo dando talleres de teatro. Pero el principio de tratar de masificar el teatro, si no está acompañado de una infraestructura en la que se les pueda encaminar a los muchachos y muchachas que sigan en esa dirección para abrirse un camino, no pasa de ser demagogia y asistencialismo: es estar vendiendo sueños. Se les vende sueño a los muchachos y muchachas pobres diciéndoles que pueden hacer una carrera como actores y actrices. Y no hay tal cosa como eso. Si a duras penas los actores establecidos consiguen trabajo, ¿qué será de estos chamaquitos que nadie conoce? Esto no lo digo para desalentar a nadie. Pero hay que poner los puntos sobre las íes, no hay cama para tanta gente.
Lo ideal sería que se hiciese algo en todo Puerto Rico como lo que se hace en el Ateneo Puertorriqueño, el que se dan talleres de actuación, dramaturgia, dirección entre otros, y luego hay un festival, un laboratorio, en el cual ellos pueden seguir puliendo lo aprendido y hasta desarrollarse como productores de teatro.
La pregunta que hago es, que si para resolver el problema de empleo de los artistas que componen el teatro, ¿es necesario construir o remodelar nuevos teatros? La contestación es que ayudaría –no lo resolvería-, pero no las tipos de salas convencionales. Esas casi nadie las usa, a menos que haya auspicios o que sea un espectáculo para las escuelas o con posibilidades masivas. Las compañías de teatro se están moviendo a salas más pequeñas, no convencionales y que sean costo-efectivas.
A veces pienso que una buena medida sería crea una Liga de Teatro, algo así como hacen las federaciones deportivas, y que se vea al País como un todo, para llevar el teatro a toda la Isla, con una agenda anual, organizada y con publicidad integrada. El tiempo que estuve en Madrid, me percaté que toda la actividad teatral se publicitaba en conjunto, por dar un ejemplo. Había revistas en las que uno podía identificar el lugar y hora de las funciones, los teatros y demás espectáculos. Era muy fácil ubicarse. Aquí, cada productor hace lo que puede para promocionar sus trabajos.
Por cierto, en toda la noticia de la restauración del Teatro Ideal, no hace una sola mención de obras de teatro. ¿Lo arreglarán para que se hagan graduaciones y “Talent show” solamente? En el 2009 sabremos.

01/13/2008

Dramaturgia colectiva

Por Pedro Rodiz

La dramaturgia colectiva es lo que he denominado a la escritura de una obra de teatro que realizan dos o más personas. No es un concepto nuevo ni mucho menos original. Ya otras personas habían explorado esta forma de trabajar. De hecho, muchos de los grupos en América Latina utilizan una metodología parecida para crear sus proyectos. La diferencia es que ellos trabajan una dramaturgia a través de la improvisación y/o experimentación de alguna idea. El colectivo, que por lo general llevan trabajando mucho tiempo en conjunto, discuten una idea y pasan, como ya mencioné, a la experimentación sobre el escenario. De ahí, el director/a decide qué funciona y qué no. Por eso, sus proyectos son muy interesantes en cuanto al texto y a la puesta en escena. Es que, me atrevería a intuir, que tanto el texto como la puesta en escena no existiría el uno sin el otro. Y si otros grupos o compañías decidieran montar ese texto, no funcionaría igual. El resultado sería otro. Lo que ellos hacen es algo así como dramaturgia del actor.
Pero así no trabajo la dramaturgia colectiva. Yo no improviso, sino que se construye un texto y luego de terminado, en los ensayos, se depura.
Pues esto de hacer dramaturgia colectiva, surgió hace unos años, cuando todavía pertenecía a la compañía de teatro Deikélestai. Un día, furioso como suelo estar con el Instituto de Cultura Puertorriqueña, relación que describo como una de amor y odio. El ICP, con algunas de sus decisiones, por lo general suele sacarme por el techo y ese mismo coraje es que hace que salga a flote lo mejor de mí.
Ante la situación por la que pasaban los actores en ese momento, y que ha empeorado desde entonces, se me ocurrió una idea. Era sobre estos actores que decidían invertir el poco dinero que tenían ahorrado para comprar un local y allí poder hacer sus propios proyectos. Me reuní con mi compadre Joselo Arroyo e invité a Freddy Acevedo para ver qué se podía hacer. Nos reunimos con mucha regularidad -en la terraza de la que era mi vivienda en ese tiempo- para reflexionar sobre el particular. De esas reuniones surgió la comedia El local. Empezamos a escribir, debatir, negociar y limpiar el texto. Luego, invitamos a Emineh Marrero para que nos dirigiera. Todo esto sin chavos. Hicimos una propuesta al Festival de Teatro de Caguas, que siempre han sido muy generosos. Son tan gentiles que hicimos la propuesta sin tener el texto terminado. Fuimos tan atrevidos, que la propuesta incluía parte del libreto, y lo que faltaba –que era poco menos de la midad- le enviamos una sinopsis. Yo no sé cómo no nos mandaron para el carajo. Aprobaron la propuesta y la fecha que nos dieron fue como para septiembre. Así que tuvimos que ajorarnos para terminar el texto y empezar a ensayar. De hecho, lo terminamos en el proceso. Para ese año, hubo un amague de huracán y la obra, para bendición nuestra, la movimos para una semana después de la fecha prevista. Fue todo un éxito. Con ese texto hicimos una crítica social bien fuerte y buena, como deben ser las comedias. Se presentó en ese Festival y también en el del Ateneo Puertorriqueño. Es una obra que todavía sigue teniendo vigencia y que podría viajar el mundo ya que los problemas de trabajo de los actores es igual en todas partes del planeta.
Luego de esa experiencia, se me ocurrió otra idea. Y fue la de hacer una obra en la que aparecieran estos personajes que les preparan las huelgas a todas las uniones pero que no pertenecían a ninguna, es decir, que fueran unos huelguistas profesionales. Volví a convencer a mi compadre Joselo Arroyo a que nos embarcáramos en ese nuevo proyecto. Invitamos a Lucienne Hernández, a Lynnette Salas y a Maury. De ahí surge Los Huelguistas. La obra fue un poco profética ya que cuando la estábamos escribiendo, fue que se dio la huelga de los camioneros, aquella que nos dejaron sin gasolina y que se formó un caos en el País. Esa obra, también sigue teniendo vigencia, ahora más, con lo de Paseo Caribe.
En una conversación informal con Edgar Quiles, cuando montamos El Local en el Ateneo Puertorriqueño, él nos planteó la posibilidad de que llegáramos a documentar la forma en que se había realizado el proceso de dramaturgia colectiva. Por diversas razones, nunca se documentó nada sobre ese proceso ni mucho menos sobre el de Los Huelguistas. En estos días, se me ocurrió otra idea que la he titulado El muro. Para eso, invité a Freddy Acevedo para que escribamos esta obra. Pero esta vez, sí quiero documentar todo el proceso, desde el principio, para que exista un documento histórico.

01/07/2008

Lecturas recientes

Pedro Rodiz

En estos días he estado leyendo dos libros que les recomiendo. Uno se titula: Arte y oficio del director teatrales América Latina de Gustavo Geirola. Este trata sobre una serie de entrevistas que les hiciera a directores de teatro de México y del Perú. Es sumamente interesante porque aquí se puede apreciar, de boca de los propios directores, su forma de trabajar, de conceptualizar y de llevar una puesta en escena. Es importante recalcar que estos directores ya trabajan con grupos establecidos y que se toman mucho tiempo para llevar una puesta a escena. En síntesis, todos plantean el cómo conciben una idea y la trabajan con los integrantes del grupo. Curiosamente, todos coinciden en lo difícil de hacer llevar la promoción de sus obras. Parece que esto es un denominador común en toda Centro y Sur América.
Las entrevistas están construidas en preguntas y respuestas. Muy fácil de leer y muy estimulante.
La gran aportación de este libro es que se concibe desde el punto de vista del director teatral. Este artista, salvo en raras ocasiones, vive prácticamente en el anonimato. Si la obra sale bien, es gracias a los actores, si la obra sale mal, es culpa del director. Así que en este trabajo se puede ver al detalle como piensan la labor teatral. Algunos trabajan sus propias propuestas artísticas. Parten de una idea y ensayan, y ensayan y ensayan. El resto del tiempo lo dedican a dar talleres. Es interesante porque ellos tienen que asumir varias responsabilidades para adelantar sus proyectos. El libro lo conseguí en Borders, pero lo que había era una copia. Recuerden que aquí casi no llega nada.
El segundo libro que leo se titula La catedral del mar. La escribió Ildefonso Falcones y es una de las novelas más vendidas en España en el 2007. De verdad que es bien buena. Sin haberla terminado de leer –es bien larga- podría decirse que tiene unos puntos de encuentro con Los miserables de Víctor Hugo. Tiene como una estructura un poco del Romanticismo. La trama se desarrolla en Barcelona, en el siglo 14, en medio de una construcción de una catedral dentro de las estructuras de clases sociales de los señores feudales. Y narra la historia de este individuo se sacrifica que hacer que su hijo sea libre. Y los tremendos problemas que pasan ambos. Los personajes los tengo agarrados del alma. Está muy bien narrada, bien documentada y se lee bien fácil. Me lo regaló mi esposa y ella lo consiguió en La Tertulia, pero se tuvo que hacer un pedido especial ya que llegaron bien pocas al País… otra de las maldiciones de ser colonia: todo llega a cuenta gotas.
Las lecturas las alterno según las horas del día o de la noche. Casi siempre dejo la novela para la noche. Y créanme, me estoy acostando bien tarde. No me puedo despegar de ella.

La noche de las guábaras

Por Pedro Rodiz

En vez de una tradicional cajita de zapatos, como es la costumbre, usamos una cajita de plástico color azul, de esas que vienen dentro de los paquetes grandes de las toallitas húmedas que se usan para limpiarles el culito a los niños, marca “Huggies”, con un diseño de la película animada “Cars”, fue que ayudé al pequeño saltimbanqui a recoger la grama para los Reyes Magos. Estoy seguro de que él no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, ya que gramita que lográbamos meter dentro de la cajita, con un gran entusiasmo de mi parte y con muchas fotos de parte de mi esposa, él la agarraba y la tiraba, con gran entusiasmo, contra el piso. La actividad lo estaba divirtiendo mucho. Para mí, que es la primera vez que tengo que hacer ese ritual boricua con mi hijo, me pareció muy simpático. Es interesante cómo uno recoge las tradiciones que aprendió con los padres y se la enseña a los hijos.
El pequeño saltimbanqui es muy chiquito para saber de estas tradiciones, apenas cumplirá el año y cuatro meses el día antes en que se supone se celebre la premiación de los “Golden Globes” y que los actores y actrices estadounidenses ya boicotearon en apoyo a los guionistas que están en huelgas.
Antes de acostarme, me puse a pensar en mis tíos. Según me cuentan, cuando eran chiquitos, los días de Reyes los pasaban pescando porque en la casa de mi abuela no había dinero para regalos. Así que se iban a pescar guábaras o guávaras –vaya yo a saber cómo se escribe esa especie de primo del camarón al que nunca he visto- y se las llevaban a mi abuela para que ella les hiciera arroz con guábaras (o como se escriba). Ésas sí que eran navidades difíciles, y a pesar de escasear lo más elemental para la existencia, ellos se convirtieron en hombres y mujeres de bien, que a la larga, es lo que realmente importa.
Mientras pensaba en esto, le ponía la sabanita encima al chico para que se durmiera y no le diera friíto. ¡Qué grande está! ¡Y cómo aprende! Ya está practicando sus talentos de actor. Cada vez que desea algo que no se le puede dar o permitir, se tira al piso, pone el brazo para reposar la cabeza. No la pone en el piso, no, lo hace en su brazo. Comienza a gritar como si lo estuviéramos matando. Detiene el llanto, me mira para ver si me convenció, y como me le quedo mirando con unas ganas brutales de reírme, vuelve a repetir el gesto pero esta vez hasta lágrimas le salen. Todo un espectáculo. Y todo eso con una proyección de voz de primera. Ya hace malabares en los que termina en el piso reventado y hasta se trepa en los muebles, sin que le importe las miles de veces que le digo que no se trepe ahí. Cuando lo agarro para bajarlo del sitio donde esté encaramado, se ríe el muy pícaro.
Su debilidad son los perros, los ve y se les va detrás contentísimo. Así es que mi esposa y yo hemos conocido a varios de los vecinos, ya que él los detiene para jugar con los animalitos. Y cuando ve un viejito, le hace cucas monas para que lo miren. Y ellos encantados.
Cada vez que ve un juguete que tiene dentro de las cajas que le regalé para estos fines, y que habían sido parte la utilería de la obra Cualquier martes ceno en París, los tira al piso como si fueran las bolas esas que usas que hacen malabaristas en el circo. ¿Y adivinen quién termina recogiéndolos?
Sé que todo esto que cuento puede sonar como una tontería, pero lo cuento porque me hace mucha ilusión verlo crecer y entender que es un ser muy diferente a mi esposa y a mí. Es bueno tener el tiempo para estar con él, ya que en ocasiones, por la dinámica misma de nuestra profesión, es bien difícil estar con los hijos.
Luego de que el niño se durmiera, soñé con mami –hace ya casi un año que murió- y en el sueño, ella estaba sonriendo, estaba muy contenta. Me dijo que venía a ver al niño. Y allí estábamos los tres en un mismo cuarto. Así que en cierta medida fue como una especie de visita de los Reyes a casa. Esa noche dormí bien. Es bueno saber que hay seres especiales que me cuidan al pequeño saltimbanqui.
Y al amanecer, el pequeño saltimbanqui jugó con sus nuevas guábaras...


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