07/06/2017

El arcángel de los perros

               Programa de mano
Esta obra es parte de la Segunda Muestra de Dramaturgia Puertorriqueña auspiciada por el Círculo Puertorriqueño de Dramaturgas y Dramaturgos del Siglo XXI
Elenco:
Carlos Miranda como Cavalo
Héctor Escudero como Ángel
Escrita y dirigida por Pedro Rodiz
Asistente y Regidora de Escena Jack Marie Ortiz
Escenografía, luces, vestuario, sonido y utilería realizada por todos los participantes de este proyecto.
Palabras del Dramaturgo:
En el proceso de investigación entrevisté rescatistas de perros, leí noticias periodísticas, vi videos, entradas y comentarios en las redes sociales, todo lo que estuvo a mi disposición. Descubrí un mundo paralelo que me era ajeno. Existen muchas personas muy comprometidas con la causa de proteger a los animales. Personas que arriesgan su salud, su tiempo, su dinero y en algunos casos, hasta sus vidas por rescatar a un perro o a un gato. Es admirable su determinación. Pero por otro lado, también descubrí que hay personas inescrupulosas que se aprovechan para lucrarse y otros que simplemente uno no   entiende sus motivaciones para maltratar de una manera tan despiadada, violenta y cruel. La crueldad se revela desde animales abandonados en las calles, metidos en sacos o en cajas, desde perros amarrados a un patio sin agua ni comida, desde gatos que le cortan el rabo, desde animales envenenados o tirados por puentes, atropellados y dejados tirados sin atención de algún veterinario, en fin una agresión y una violencia que va más allá de la lógica. El mundo de la crueldad animal es uno muy complejo, con muchas ramificaciones. Aquí se presenta una de ellas. Esta no es la historia de una persona en particular. Es la historia de muchos o de nadie. Cabe destacar que es muy poca la información disponible para tratar el tema de la obra porque las víctimas no pueden hablar. Tuve que tomar de aquí y por allá para poder armar la trama. Pero la impresión que tengo es que cada vez es más profundo la situación y que hay muchas personas poderosas que no quieren que se sepa de los "negocios" que hacen  con los animales, un negocio que mueve una cantidad sustancial de dinero.
Palabras del director
Originalmente esta obra se iba a realizar dentro del local de El Ensayo. Pero el espacio suponía unas limitaciones que impedirían el buen desarrollo de la pieza. Así que tomé la decisión de sacarla al patio. Como es un sitio que recién abrió sus puertas, el patio todavía no estaba en condiciones para representaciones teatrales. Pero fue la mejor decisión. Ese espacio no convencional nos permitió explorar y maximizar las posibilidades de la obra. Se ensayaba a la infame hora de las nueve de la mañana. A esa hora, hacía sombra pero ya a las once el sol estaba endemoniado. Pero nos fuimos ajustando al lugar. La disposición del público es a tres lados, tipo herradura y los actores están casi en la falda de los espectadores. Fue interesante ver la reacción de los transeúntes de Río Piedras cuando pasaban y veían algún ensayo. Algunas personas hasta pensaban que había una pelea dentro del terreno.
Esta obra es una compleja por las muchas capas que tienen los personajes. Son capas sutiles, donde los personajes no son ni buenos ni malos, son humanos que reaccionan de determinada manera ante situaciones muy particulares. "El hambre hace que uno haga cosas que normalmente  no haría", esa es uno de los parlamentos que resume un poco la condición humana de estos personajes. Quería de alguna manera que el "escenario" fuera tipo jaula gigante de perros, que se sintieran acorralados, que estuvieran en constante movimiento, como los perros. De hecho, la idea es crear esta sensación de que un perro alfa, en su espacio, es intervenido por otro perro alfa y esa lucha de poderes y dientes se pudiera mostrar con los gestos. Es un continuo marcar territorio que tanto caracteriza a los perros. Este es un proyecto que me enorgullece.
El génesis de la obra.
¿Que cómo se me ocurrió la idea escribir El arcángel de los perros?
Hace dos años recibí un mensaje por inbox de Facebook de una desconocida. Me hizo toda una explicación sobre una actividad de concientización sobre el maltrato hacia los perros. Me cogió en un buen momento y busqué su información para saber quién era. Ni una foto de ella, todo era sobre animales. Así que hice lo único q se me ocurrió: contestarle. "¿Y por qué me contactas a mí? ¿Qué tengo yo q ver con eso?" Luego de una larga explicación en la que pude deducir de que como era artista, podía ayudarla a difundir "el mensaje". Y yo riéndome porque no es lo mismo ser artista que ser de la farándula o figurín de televisión. Así que le seguí escribiendo, cucándola y ella seguía contestando. Y a mí, mientras me den conversación yo sigo hasta abajo. Después de cartearnos un tiempo, decidí invitarla a un café para por fin verla. "Pero tendrá que ser dentro de dos semanas porque estoy bien ajorado con un proyecto teatral" -le dije. Pasaron las dos semanas y le escribí: "mañana a tal hora voy a estar en tal sitio. Llégale pal café". El asunto es que llegó. Y a ella le dio por decirme Peyé, y yo de Pelayo no tengo nada, aunque de pela’o sí. Y si ella me puso un mote, yo le puse otro. Y la nombré La Prieta. Y la Prieta, habla que me habla sobre los perros, que si los rescates, que si se metió a tal sitio a lo Indiana Jones, porque ella es rescatista de perros. Quise preguntarle: ¿y eso existe? Pero, la prudencia obliga. Y yo sonriendo y asintiendo. Estaba en la de pasarla bien. Y de pronto se me ahogó. Literal. Y tose que tose. Pensé que era una zanganada, un show de ella. Y resulta que no, que por poco se (me) muere. Se recuperó de esa. Nos despedimos con la certeza de que nos volveríamos a ver. Y así fue. Seguimos viéndonos esporádicamente porque ella se toma muy en serio eso del maltrato. De pronto no llegó a un encuentro acordado y cuando le pregunté dónde estaba, me respondió que debajo de un puente rescatando un perro o algo así; me envió hasta las fotos. Y yo, que pierdo el interés rápido, decidí perderme y seguir con lo mío. Pero no es fácil perdérsele a la Prieta, ella sí se pierde, pero uno no se puede perder. Y pasaban semanas y aparecía un mensaje de "Pelleee". Y yo, que soy débil, respondía. Mientras más le hacía cucas monas, más me hablaba de los perros. Así que me cansé de satearle y comencé a escuchar con detenimiento sus cuentos. Como pasaba tiempo entre encuentro y encuentro, a veces me los repetía como si me los dijera por primera vez. De esos cuentos verídicos fui armando una historia, la del arcángel de los perros. Filtrada la trama, por supuesto. Creé una historia a partir de miles de relatos, creé personajes creíbles y contradictorios. Ella se volvió a perder como era natural en ella, pero yo seguí pegado con la obra. Un día cualquier, de la nada, volvió. Le dije que estaba escribiendo la obra pero que andaba trancado. Nos fuimos por ahí, leímos lo que hasta el momento había escrito para provocarla y ver si me contaba algo más. La Prieta es una mujer muy independiente, tiene sus metas claras, está llena de energía y es muy apasionada en lo que hace. En estos días nos hemos vuelto a reencontrar. Está emocionada por la obra. Y no es para menos. No existe en la dramaturgia puertorriqueña (perdonen la patada) una obra con esta temática.
Agradecimientos:
Al Círculo Puertorriqueño de Dramaturgas y Dramaturgos
Al Conglomerado Magriñá de El Ensayo por cedernos el espacio
A Ricardo Magriñá
A Belynda Pérez
A Iris Cepeda
A Gypsa Carrión
A Olga Vega
A Julio Vizcarrondo
A Rafael Pagán
A Vero Wiwi-Events

Y por supuesto, a mi equipo de trabajo, a Pepo, a Carlos y a Jack: son los mejores.

Introito

Palabras pronunciadas por el dramaturgo Pedro Rodiz para la apertura de la Segunda Muestra de Dramaturgos y Dramaturgas de Puerto Rico.
A la dramaturgia puertorriqueña la han tratado de amordazar, de marginar,  de negarle fondos, de ignorarla, de infantilizarla, de sobornarle, de minimizarla, de cerrarle los espacios, de restarle importancia, de imponerle criterios e ideologías, de compararla, de sacarla a pasear como si fuera un chiguagua, de ningunearla, en fin de quitarle todo lo trascendental. Y seguimos en pie, plantados de frente, sin miedo, con entusiasmo. Es prolífera, crece como enredadera en terrenos estériles. Reclama, enfrenta, seduce.  Conscientes de esto, los dramaturgos y dramaturgas de Puerto Rico, nos hemos adaptados, hemos aprendido a ser directores, actores, diseñadores, productores, técnicos y hasta publicistas, en todo lo anterior y a la vez, obligados más por la necesidad que por el gusto, para poder sacar adelante nuestros proyectos.
Esta muestra tiene una gran relevancia y una pertinencia urgente porque nace de la inquietud de los propios dramaturgos y dramaturgas que queremos y vamos, sin encomendarnos y sin pedirle permiso a nadie, a dar a conocer nuestros trabajos. Aquí estamos. Esta muestra que auspicia el Círculo Puertorriqueño de Dramaturgas y Dramaturgas es una degustación de estilos e influencias distintas que convergen en un mismo espacio: El Ensayo. Son trece propuestas, trece voces, trece visiones de mundo distintas. Lo que aquí se presentará por varios fines de semanas nace de la necesidad  de reclamar y de explorar nuevas propuestas escénicas.  La dramaturgia nuestra, por su propia naturaleza, es diversa, atrevida, inmediata, divertida, ingeniosa.
El teatro se escribe para representarse. Así se concibió desde sus inicios. Es sobre el escenario que se prueban las obras. Y los dramaturgos y dramaturgas solo mejoran en la medida que estrenan. Es indispensable tener mayor presencia en la escena nacional. Es ahí donde radica la importancia de esta muestra. Estrenar nuestras obras se ha vuelto un acto revolucionario. Y aquí estamos con los fósforos en la mano. Aquí se presentarán obras nuevas, operas primas, reestrenos, monólogos, comedias, drama, en fin, una infinidad de combinaciones, una polifonía de pensamientos que convergen en un mismo escenario. Nos entusiasma y nos enorgullece grandemente esta segunda muestra.

El Círculo Puertorriqueño de Dramaturgas y Dramaturgos del Siglo Veintiuno no es una organización cualquiera, ni siquiera cuenta con una directiva sino con un grupo de artistas, de profesionales con carácter y garras, que desinteresadamente ha puesto todo su empeño para hacer una muestra que apele a la pluraridad del público que asista y que sea de motivo de orgullo de todos.  Su misión es la de  estimular, difundir y mejorar la dramaturgia nacional. Somos una organización en la que fomentamos la inclusión, la tolerancia, la diversidad, la equidad. Estamos para unir, no para separar.  Creemos en el consenso pero sobretodo tenemos un amor y un respeto profundo hacia el teatro nuestro, tan parecido a otros, tan distinto a todos.  Hoy es un día memorable y estamos de fiesta. Somos  unos atrevidos. Así que respetuosamente y con valentía anunciamos: ¡qué empiece la muestra! 

La dramaturgia como granada


“El trabajo no acaba. Hay que seguir.
Nuestras voces se tienen que escuchar
porque nos han callado por demasiado tiempo...
Ahora más que nunca, por esa pared que
van a construir, vamos a contar nuestras historias”
-Paola Lázaro

     Llegué a la dramaturgia con urgencia motelera y se convirtió en una relación de más de veinte años: estable y con hijos. La carrera como director escénico inició paralelamente a la de la dramaturgia. Claro, en esos inicios la dirección escénica era más seductora y fascinante que la escritura. Y fue bueno que así ocurriera porque me dio un lenguaje, un estilo, una perspectiva, una estructura, una intuición y una técnica que ahora me resultan pragmáticas. Aprendí de entrada lo que funcionaba sobre el escenario. Y eso es sumamente valioso porque se entiende el oficio desde adentro. Lo estresante fue el desfase que se creó porque no lograba plasmar o armonizar en mis escritos lo que podía realizar como director. Algo no cuajaba en la mecánica de transferir lo ingenioso de los montajes al texto. Tomó tiempo. Una colega me preguntó recientemente que porqué escribía muchas obras de dos personajes y yo le respondí: “porque esas las puedo producir y pagar”. Sí, las posibilidades de montaje condicionan y modifican la creatividad.
     Con los años, los gustos cambian. Y los estilos también. De pronto escribir fue más satisfactorio que dirigir. Sin proponérmelo, brinqué de una acera a la otra, al punto que ya no es de mi interés montar textos de otra gente. Se convirtió en un maridaje donde se copula todo en una misma causa, una misma lucha, un mismo propósito.
     Escribo desde  la alegría o desde la indignación, jamás desde la tristeza. Disfruto mucho esta etapa en la que me obsesiona escribir obras trasgresoras. Es decir, parto de una premisa de apariencia inofensiva. El público que asiste a la puesta en escena una vez inicia todo acepta la propuesta  porque no se siente aludido, y en un abrir y cerrar de ojos, hay un giro en la trama  que quedan atrapados,  cuestionándose lo que antes no se cuestionaban;  una vez concluida la pieza  no logran definir si les gustó o no. Las obras no están diseñadas para que les guste, sino para que piensen. Y eso me encanta. Me gusta sacar a la gente de su zona de comodidad.
     Cada obra tiene su propio afán. Pero lo que es importante es que tienen que provocarme alguna reflexión filosófica  sobre la vida misma. Si la obra no me causa ninguna elucubración, es muy probable que pierda el interés en ella y no la culmine. Me entusiasma mucho el proceso  de escritura y en ocasiones lo disfruto más que el resultado.
     Con el paso del tiempo uno se vuelve más atrevido en cuanto al estilo de obras  concebidas. Quizás porque uno pierde el miedo de decir lo que haya que decir sin remordimientos estériles sobre lo que la gente piense de la propuesta estética y se comienza darle más valor a la integridad en la trama por encima de cualquier otra consideración. Aunque eso implique marginación  a mi trabajo como efectivamente ha ocurrido. No es sencillo seguir una línea de escritura cuando el teatro oficialista va hacia la dirección opuesta.
     Nunca estoy satisfecho. Soy insaciable en la búsqueda. Siempre hay espacio para mejorar. A falta de lectores que me comenten los textos, los voy puliendo mientras ensayo. Esto puede resultar incómodo para algunos, pero fluyo de forma orgánica porque el proceso de creación es uno dinámico y cambiante.  
     Confieso que me hubiese encantado haber estrenado más obras;  tengo varias inéditas, y  también que las estrenadas hubiesen tenido mayor difusión, no por vanidad sino para  se  probara el texto con públicos más diversos. No está entre mis habilidades el saber mercadear mis proyectos correctamente. Sigo escribiendo, sigo estrenando con cierta regularidad, aunque no con la regularidad que desearía.
     Algo curioso es que no pienso en personajes al momento de construir un texto. Pienso en situaciones, y las situaciones eligen los personajes. Usualmente, visualizo esa situación en Puerto Rico. No por razones nacionalistas sino más bien por darle un contexto que me sea cercano. Y ahí le aplico el: “qué pasaría sí…”  Esto es medular. Sin esa premisa, no habría conflicto; a los personajes no les pasaría nada interesante. ¿Qué pasaría si un profesor de humanidades se arrancara los ojos delante de sus estudiantes? Ahí surgió Complejo de Edipo. ¿Qué pasaría sí un periodista de farándula comprara  un chicle masticado de una cantante famosa? Ahí surgió El chicle de Britney Spears. ¿Qué pasaría si un carterista le robara a una mesera que quiere estudiar arte en Francia? Ahí surgió Cualquier martes ceno en Paris. ¿Qué pasaría si el fotógrafo Spencer Tunick viniera a Puerto Rico retratar a gente desnuda? Ahí surgió La circuncisión. ¿Qué pasaría si Cristo se encontrara con el diablo en el desierto y en vez de tentarlo le hablara de arquitectura? Ahí surgió Deus ex machina. ¿Qué pasaría si un tipo llega a un santuario de perros porque está buscando una pitbull para hacer un prostíbulo? De ahí surgió El arcángel de los perros que se presentará próximamente en esta muestra. (6 al 9 de julio)
     Antes me preocupaba por saber cómo terminaba la trama antes de iniciar el proceso de escritura. Ya no. Ahora empiezo a escribir con ese pie forzado que acabo de mencionar y dejo que le trama me lleve, que me sorprenda y poco a poco los personajes me van revelando el desenlace. Por supuesto, luego hay que reescribir, pero eso es parte de la diversión.
     El ser papá me ha dado unas oportunidades de crecimiento y de exploración humana que encuentro fascinantes y ha influenciado de manera positiva en la forma en que hago arte. Ahora, en la medida de lo posible, incluyo alguna escena de niño. Eso me da una perspectiva nueva que antes era impensable. Un niño en escena provoca reflexiones desconcertantes, alucinantes y atrevidas.
     Si pudiera definir mi dramaturgia de manera objetiva, diría que se ha vuelto oscura, arriesgada, inusual, desconcertante y sorpresiva. Me deleito armando ideas complejas y volátiles como pólvora  hasta convertirlas en granadas. Todo lo canónico lo he mandado al carajo. Ya nada es sagrado, todo es motivo enjuiciamiento y hasta de burla. Ni quiera mi madre se salva.



06/01/2016

Obras de teatro escritas por Pedro Rodiz

A continuación encontrarás un listado de obras que he escrito.Se actualizará diariamente hasta que estén todos los textos incluidos. Están colocados en estricto desorden alfabético. Tampoco están organizados por el año de escritura. Aparecerá el título de la obra, cuántos personajes, tiempo aproximado de representación y una sinopsis. Si te interesar leer alguno de los textos, escríbeme al correo electrónico que aparece a la derecha de la pantalla y con gusto te lo envió. 

1. El RESCATISTA. Un personaje: Diego, de 32 años. Monólogo breve. Duración aproximado 20 minutos. Un hombre va a un día de playa con sus dos hijos adolescentes, pero el clima cambia rápidamente y lo que se suponía fuera un día tranquilo se convierte en una tragedia para esta familia.

2. El TAJO. Un personaje. Edgar, de 25 años. Monólogo cómico breve. Duración aproximado: 15 minutos. A este hombre le extirpan una bola de grasa de la espalda. Cuenta todo lo que vivió con lujos de detalles y de cómo esa experiencia le cambió su vida y la de su pareja.

3. PAYASO SIN FRONTERA. Un personaje. Emilio, de 33 años. Monólogo breve. Duración aproximada 18 minutos. Un payaso regresa de los campos de refugiados a convencer a su padre a que lo acompañe a ser parte de la agrupación payasos sin fronteras. La sorpresa que se llevará cuando termine de contarlo.

4. SOBREPOBLADOS. Tres personajes, -dos femeninos y un masculino- un niño y un perro. Micro obra. Duración aproximada 18  minutos. Una pareja lleva al veterinario a su singular mascota para esterilizarlo. Indignados ante la negativa de la veterinaria de castrar a su "animalito", regresan a su casa y sale a relucir el malestar de tenerlo en sus vidas por el costo, el esfuerzo  el sacrificio que conlleva su cuido. Terminan abandonándolo en la calle.  En esta comedia se denuncia la hipersensibilidad de algunas personas hacia el maltrato animal pero que son indiferentes cuando la crueldad es hacia los humanos. Porque a veces la crueldad se esconde detrás de algunas familias. 

5. HIJO DE LA LUNA.  Seis personajes, dos femeninos y tres masculinos, un cantante, un coro que puede ser tanto de hombre como de mujeres así como mixto. Duración aproximada 1:20 minutos.  La luna quiere un hijo y trata de copular con el sol pero el fuego la lastima. Una gitana que le implora a la luna por el amor de un gitano. La luna la complacerá pero quiere a cambio el hijo que ambos tengan. Pero los celos del gitano harán que cambien los planes de la luna. Una obra con personajes fantásticos, en una época y en un lugar antiguo.y olvidado.

6. LA CIRCUNCISIÓN. Un personaje. Orlando, de 42 años. Monólogo cómico. Duración aproximada 1:10 minutos. Un hombre decide hacerse una circuncisión por motivo de la llegada de Stanley Tunnick, el fotógrafo que se pasa tomando fotos a gente desnudas en las distintas plazas del mundo. Cuenta su experiencia de cómo llegó a operarse hasta que se completa la foto. 

7. COMPLEJO DE EDIPO. Un personaje. José 38 años. Monólogo cómico. Duración aproximada 1:15 minutos. Un profesor de humanidades vive obsesionado por la obra Edipo Rey de Sófocles. Varios sucesos le hacen sospechar que la historia de Edipo se repite en nuestros tiempos y que su vida tiene alguna relación con el mito. A través de la obra se busca la explicación de algunos problemas existenciales que se ha planteado la humanidad a través del tiempo.

8. LIBRO MÁGICO. Cinco personajes, tres masculinos, dos femeninos. Obra de teatro infantil. Duración aproximada 1:05 minutos. Una estudiante en una biblioteca. De un libro salen personajes del renacimiento para pedir ayuda a la estudiante ya que los libros están desapareciendo porque la gente no lee. Estos personajes, junto al público de niños y niñas resolverán el conflicto.  


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