07/20/2011

Entrevista a Ivelisse Gómez: Maestra de Teatro

Por Pedro Rodiz

¿Cuál es tu preparación académica?

Poseo un Bachillerato en Educación en Artes Secundaria: Teatro; 21 créditos en Danza: Movimiento y Expresión Corporal y una Maestría en Educación en Bellas Artes: Teatro con créditos de Danza y Administración Escolar.

¿Desde cuándo eres maestra de teatro y en dónde has enseñado?

He sido maestra de Teatro desde hace once años y siete meses. Comencé en la Escuela Elemental Haydee Rexach. De ahí pasé a la Superior Vocacional Dr. Albert Einstein (ambas en Bo. Obrero). También trabajé en la Escuela Especializada en Bellas Artes de Humacao; luego en la Escuela Elemental Antonia Sáez y, además, en la Escuela Especializada de Bellas Artes Pablo Casals en Bayamón.

¿Qué nivel enseñas? ¿Cuántas clases das al día y cuántos estudiantes tienes en tus grupos?

Las circunstancias me han permitido trabajar los tres niveles en la Educación del Teatro. En ocasiones con grupos de 50 estudiantes como con un grupo de nueve. Se supone que se enseñen a cinco grupos por semestre, pero en Escuelas Especializadas se enseñan a seis grupos. Es una labor 'titanica', pero siempre pienso en los estudiantes y su deseo por aprender...

¿Tienes salón propio y apropiado para las clases que das?

¿Salón? ¿Salón propio? Siempre he tenido uno: los pasillos de la escuela, un espacio en la biblioteca, el comedor escolar, la cobacha del conserje cuando llueve, debajo de las escaleras, debajo del árbol del patio porque el 'terraplen' es del maestro de Educación Física,  un rectángulo con "rolling door", cuarto de herramientas y baño; un Teatro de Proscenio bellísimo, una cabina de luces y sonido, unos camerinos, varios un rectángulos con paredes y techo en un segundo piso donde se han colocado plataformas, telones, luces con latas de postre de comedor, espejos... ¡ah! y la glorieta que se rescató de los 'grafitty' donde arrastramos las plataformas, escaleras, la pizarra; los estudiantes la pintaron con dibujos de las artes, le escribieron: Eco Teatro Casals y a las dos semanas la pintaron con ¡los colores de la escuela! He sido bendecida...

¿Por qué eres maestro de teatro?

SOY MAESTRA porque siempre dije que nunca iba a serlo... Desde que comencé a estudiarlo, para justificar que quería estudiar Teatro porque papi no quería que fuese abogada, me emocionó mucho la idea de poder ayudar a otros a aprender tanto o más como yo lo estaba haciendo. Yo vivo para ser feliz y soy feliz en la medida que aporto en la superación de otros.

¿Pensaste renunciar?

 Sí. No lo he hecho porque me siento responsable de la encomienda que yo misma escogí para mi vida: ensenar-aprender teatro.

¿Cuál es el problema mayor con que te encuentras en la escuela?

El problema mayor que me encuentro en las escuelas es el mismo con el que tengo que lidiar todos los días en todas partes: la poca autoestima que tienen los seres humanos hacia sí mismos. No hacen ni dejan hacer... se convierten en tropiezos hasta para ellos mismos. Todos los días busco la manera de cambiar mentalidades... con muuuucha ayuda de Dios.

¿Recibes apoyo del Departamento de Educación?

Recibo apoyo: me provee de leyes traducidas en Cartas Circulares, estándares y expectativas para dirigir  el proceso de enseñanza-aprendizaje, un lugar para ensenar, acceso a una población de seres humanos en desarrollo, capacitación profesional... y recibo remuneración por mezclar todo eso para crear un ambiente teatral donde me divierto.

¿Cómo los demás maestros de la escuela perciben tus clases?

Los cursos de teatro han sido vistos en las escuelas como un reto hacia las demás clases académicas. Un estudiante que pasa por una clase de teatro jamás vuelve a ser el mismo; así sucede con cualquiera de las Bellas Artes. Hace de un estudiante un ser holístico, critico y capaz. Desarrolla destrezas de percepción distintas a uno que no ha sido expuesto al teatro. Si el maestro académico hiciera uso del hecho teatral en la implantación de sus cursos, la educación seria pertinente. Resolvería en gran medida, nuestros problemas sociales y evitaría tanta deserción escolar, fracasos...

¿Por qué es importante el teatro en esos primeros grados?

 El teatro te prepara para la vida. Es un descubrimiento de sí y de lo que te rodea. Entre otras cosas, es una herramienta efectiva en la solución de problemas, donde el problema es el protagonista en la escena y el espectador ataca, reacciona y le busca soluciones. El teatro fomenta el trabajo cooperativo (desprendimiento del yo), la socialización, la empatía, la responsabilidad, disciplina, la aceptación, autoestima, la proyección, el lenguaje, la conciencia corporal y la cultura. El ser humano debe tomar un curso de teatro a cualquier edad y en cualquier momento de su vida. Le aseguro que sentirá que es un ser de éxito, feliz y que 'tiene el mundo en sus manos'.

Los  problemas que enfrentas día a día, ¿son los mismo que enfrentan otros colegas o tu situación es un caso aislado?

Todos los maestros y las maestras enfrentamos los mismos 'problemas' todos los días: la falta de... y de... (apoyo, espacio, equipo, materiales, tiempo, dinero, etc.). El problema es uno mismo si se deja agobiar por eso. Lo genial del teatro es que no tiene limites...y de las desventajas podemos 'sacarle partido' (pregúntenle a Grotowski).

A tu juicio, ¿cuál es futuro que le depara a las clases de teatro en el sistema de Educación Pública?

El futuro de las clases de teatro y de las demás artes en las escuelas depende de nosotros mismos, del valor y alcance a donde las llevemos. Los maestros debemos estar motivados y motivar a los alumnos, involucrar a los padres, a la comunidad. Somos más que los que legislan para eliminarnos. Debemos unirnos y apoyarnos para triunfar.

Si estuviera en tus manos, ¿qué harías para mejorar el Programa de Teatro en tu escuela?

 En mis manos está, ha estado y estará el programa de teatro de la escuela. Nosotros nos pasamos revisando el currículo, los cursos, las actividades; estudiando, leyendo, tomando talleres, interactuando con otros maestros de teatro... Cada uno es responsable de la autogestión en pro del teatro. Nos falta la divulgación de nuestros logros y se está trabajando para eso.

Espero que mis experiencias y filosofía de vida sirvan de aliento para el desarrollo teatral en las escuelas y las comunidades. No hay excusas, la vida es un constante reto y es lo que la hace divertida, eso es vivir. ¡Mucha Mierda Teatreros!

Mi vida le pertenece a Dios y mis triunfos a José Alberto y  a Vicky.



Free Web Site Counter