06/23/2011

Hacienda pa’ clavarte

Por Pedro Rodiz


Otro duro golpe a nuestra profesión. Como si ya no fueran suficientes.

Es sabido por todos que tradicionalmente a las compañías de teatro en Puerto Rico se les ha adjudicado la Exención Contributiva porque las mismas son compañías sin fines de lucro. El interés no es lucrarse si no poder hacer teatro de calidad y, a su vez, ganarse el sustento. Culturalmente, los hacedores de teatro se han encaminado hacia la autogestión. El teatro en Puerto Rico, salvo en contadas excepciones, no deja dinero para sus miembros, es más, lo que deja son pérdidas.

Para poder operar o producir teatro en Puerto Rico, se necesita obtener una Exclusión de la Licencia de Promotores que otorga la Oficina de Espectáculos Públicos adscrita al Departamento de Hacienda. Pero para obtenerla, hay que tener una Exención Contributiva que otorga otra oficina de Hacienda. –Ninguna de las dos está conectada, funcionan de manera independiente, que ni el teléfono o el Internet las conecta, y están distantes una de otra.- Sin esta Exención Contributiva, tendríamos que obtener para producir teatro, una Licencia de Promotores. Pero la misma se le confiere a compañías que son CON FINES DE LUCRO. Además, los requisitos para solicitarla son muy costosos y onerosos ya que se presume que son para actividades masivas y el teatro, como bien todos saben menos ellos, dejó de ser hace mucho tiempo una actividad masiva. Y la trampa radica, no en sacar la licencia, la trampa está en que hay que ser miembros de los Promotores de Espectáculos Públicos, unos pocos que tienen el toro agarrado por los cuernos, y para eso hay que pagar sus cuotas y además estar bajo la tutela de alguno de ellos. O en sustitución de eso, tener un grado asociado que tenga que ver con espectáculos públicos. Y los cánones de arrendamientos de los teatros son más caros.

Por tanto, sin la Exención Contributiva las compañías de teatro se verían en la obligación a cerrar operaciones. Porque no se podría operar en Puerto Rico. Y sin la Exclusión a la Licencia de Promotores no se pueden solicitar fondos legislativos, ni al Instituto de Cultura Puertorriqueña, no se pueden solicitar fechas en los teatros, que en su mayoría son del Estado, ni estar en el Registro de Comerciantes que permite venderles funciones a las escuelas, en resumen: no se puede hacer teatro. Por tanto no podrán surgir nuevas compañías teatrales

¿Pero no es acaso, que parte de la filosofía del Departamento de Hacienda, que se puedan generar empleos, que exista la autogestión y que se dependa menos del Gobierno? Entonces, ¿por qué tanta traba? Si como quiera lo recogido en la boletería de la obras paga el IVU, por tanto, se aporta al presupuesto general del País.

Sin donativos de las diferentes agencias gubernamentales, muchas de las compañías existentes no podrían operar. Sería muy oneroso. Y es importante aclarar que el dinero que queda de la “ganancia”, si alguno, se guarda para utilizarse en la próxima producción teatral, es decir, para comprar materiales de construcción, pago de depósito para reservación del teatro, pago a los diferentes artistas en lo que llega el dinero que no es otorgado en alguna propuesta. También se utiliza para el pago del almacén donde se guarda la escenografía, vestuario y utilería, para gastos de contabilidad, para gastos de oficina tales como papeles, tinta de impresora, etc., pago de notaría, como por ejemplo, para la radicación de planilla de contribución sobre ingresos. Pago de seguros, entre otras misceláneas.

Una pregunta que me hicieron los de Hacienda fue: “si la licencia de promotores fuese también libre de costo, ¿continuaría la organización operando como entidad sin fines de lucro o ya no habría inconveniente en operar como una compañía con fines de lucro?” Le respondí que las diferentes compañías de teatro, al estar en ese “limbo legal” como yo le llamo, a pesar de ser sin fines de lucro, a la hora de radicar la Planilla de Contribución sobre Ingresos, y en lo que se dilucida el caso, continúan radicando como si fueran con fines ya que la ley no contempla otra opción. Ahora, el tranque aquí, no es la Exención Contributiva, el tranque es la Exclusión de la Licencia de Promotores. Si hubiese alguna forma de obtener la Exclusión de la Licencia de Promotores, yo no tendría ningún reparo en que las compañías siguiera radicando la Planilla de Contribución sobre Ingresos como se ha hecho hasta el momento porque no hay nada que ocultar, al contrario, lo que se quiere es aportar a la calidad de vida del puertorriqueño. Si se producen empleos y si se obtiene algún dividendo, no veo razón por la cual no radicar por eso. Pero mientras todo siga igual, es absolutamente necesaria la Exención Contributiva.

Si una compañía de teatro se cambia a una con fines de lucro no se podría solicitar los escasos fondos a las diferentes agencias gubernamentales a que tenemos derecho legal y moralmente. En la mayoría de los casos, no se cuenta con el dinero para producir por nuestra propia cuenta.

Todas las compañías de teatro de Puerto Rico, que yo sepa, son sin fines de lucro. Y todas las que están operando actualmente, tienen Exención Contributiva. Ya que las compañías son unas micro empresa dedicada hacer actividades artístico-culturales-teatrales. Usualmente son operadas por dos o tres personas, como mucho. Los demás artistas son contratados según las necesidades de cada proyecto a realizarse. Usualmente, como ya mencioné, se crean las compañías para la llamada auto gestión, para no quedarnos en nuestras casas esperando que alguien nos llame para trabajar. Además, para operar con fines de lucro se necesita tener un gran capital inicial. Y eso no es el caso de los que hacemos teatro.

Esta es la nueva hazaña de este gobierno: la de negarles la Exención Contributiva a las compañías de teatro porque según ellos no las acoge la ley de lo que supuestamente son sin fines de lucro. Tal parece que alguien “brillante” allá adentro entendió que las compañías de teatro no les aplicaba. Que sólo le aplicaba a las que tienen una función educativa y a las iglesias.

¿Habrá que convertirnos en iglesias para operar en el futuro?

Si las nuevas compañías no les aplica la Exención Contributiva, ¿quiere decir que las que ya se otorgaron se expidieron de manera “ilegal” o “fraudulenta” y tendrían que revocárselas a todos? Digo, porque lo que es igual no ventaja. Entonces la pregunta es, ¿Por qué antes eran sí las cobijaban la ley y ahora no? ¿Qué fue lo que cambió?


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