10/04/2010

57 millones
Por Pedro Rodiz

Recientemente salió la noticia de que el municipio de San Juan construiría unas instalaciones, unos estudios de grabación para que producciones extranjeras pudiesen venir a filmar películas acá. Facilitarles la vida a los de afuera. La noticia aclara que ya tienen identificados los terrenos para la construcción, con posibilidades de poder ampliar el local con unos terrenos aledaños. Todo a un costo de 57 millones, -eso sin contar los gastos de mantenimiento, de agua y de luz, entre otros gastos. De primera instancia esto podría parecer interesante si no fuera por el hecho de que todo se crea con la misma mentalidad que ha jodido este país por décadas: hay que darle a extranjero todo y al de aquí que se joda.
Para que te den facilidades y beneficios debes tener un apellido “hueverson” y venir de afuera. Se les hace rebajas contributivas, se les construye facilidades con fondos públicos disque porque eso genera empleos. Si viene uno de aquí y quiere hacer exactamente lo mismo, no lo atienden, le cierran las puertas en la cara, lo clavan con los miles de permisos, le exigen que pague impuestos altísimos, no le dan ningún incentivo ni exenciones de ningún tipo, en fin, lo desaniman. En cambio, el capital que genera el extranjero no se queda aquí ya que su base de operaciones es en otro lado, y el día en que se canse o no le deje el capital esperado, se larga y a Dios que reparta suerte.
Mientras que los puertorriqueños tienen que moler vidrio con el pecho para poder hacer un largometraje, en el que casi tienen que suplicar para conseguir auspicios para producir un producto en que todos los recursos, todos los empleados, son de aquí, y a duras penas lo logran, se le ocurre a los administradores de Borinquen, hacer una infraestructura para que los de afuera vengan para acá. ¿Cuántas películas, documentales, cortometrajes, programas televisivos, programas radiales, obras de teatro del país podrían producirse con esos 57 millones? ¿Cuántos empleos directos o indirectos, cuántos actores, directores, guionistas, dramaturgos, técnicos en general, se impactarían positivamente si esos millones se apostaran al talento local?
El problema en Puerto Rico no es que no hayan ideas, lo que no hay es dinero para ponerlas a funcionar. Todos es un remendar con la tela de otro traje.
Por otro lado, en meses pasados algunos alcaldes comentaban a la prensa que querían construir Centros de Bellas Artes en sus pueblos, creo que uno era en Cayey y otro en Humacao. ¿Para qué los quieren? ¿Cuántos de esos supuestos Centros de Bellas Artes existen en los pueblos del interior de Puerto Rico y lo que hacen es proyectar películas o hacer actividades que nada tienen que ver con el objetivo para el que fueron creados?
Es como si se creara un coliseo deportivo en un pueblo donde no hay actividad deportiva. El local se convierte en un adefesio. Primero hay que incentivar las ligas deportivas para luego construirles la cancha con todas comodidades. No al revés. Y si se decide hacerse al revés, pues eso debe estar acompañado de crear las ligas paralelas, que son las que van a darle uso a las facilidades.
Lo mismo ocurre con el teatro y con el cine. No se pueden construir más localidades si primero no se atiende el problema mayor, que es el proveerles a nuestros artistas las condiciones idóneas para que puedan desarrollar su arte. No se está pidiendo limosna. Se pide sentido común y una mejor distribución de nuestros recursos. Eso es todo.
Mientras siga el menosprecio a lo que hacemos y a lo que somos, mientras se sigan poniendo trabas, mientras se siga utilizando estrategias arcaicas, obtusas y sin sentido común para incentivar la economía, no mejorará el país, ni las artes, ni la cultura, ni el cine ni mucho menos el teatro.


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