05/15/2010

¿Dónde están los langostinos?
Por Pedro Rodiz

Hace casi un año, para estas mismas fechas, se planificaba una gran marcha convocada por diferentes sectores del quehacer artístico cultural. Eso desembocó en la creación de un grupo o una coalición mejor dicho, que se denominó Todo Puerto Rico por Puerto Rico. El objetivo era llevar un mensaje contundente a este gobierno de que era un error disminuir los fondos destinados entidades o instituciones que se encargan de brindar un servicio vital a las actividades artístico-culturales porque esto iría en detrimento de toda una clase trabajadora que aporta sustancialmente al mejoramiento de la calidad de vida de los puertorriqueños. Y la marcha se realizó meses después con un relativo éxito. A raíz de esto, el gobernador destinó unos fondos adicionales a las ya sangradas instituciones o entidades. Para aquél momento, manifesté que urgía, -además de protestar y hacer marchas- que se creara una especie de comité que se encargara de cabildear en la legislatura y en la oficina del gobernador por el bienestar de todos. Esto era indispensable para darle continuidad a los trabajos. Una estrategia que orientara y presionara para que al momento de que se repartiera el bacalao, se hiciera de manera justa y equitativa. Pero no se hizo nada. Los únicos que se movieron fueron los que tradicionalmente lo hacen: los grupos y/o asociaciones que trabajan con la música.
Así que un año después, no se cabildeó nada, no se presentaron propuestas innovadoras, ¿y qué pasó? Le rebajaron otros millones adicionales a las entidades e instituciones encargadas de velar por el quehacer artístico cultural excepto, por supuesto, a las entidades o asociaciones musicales que tradicionalmente se encargan de luchar por los suyos, como debe ser. A estos les aumentaron. Con eso el gobernador se jactó que le importaba la cultura, cuando en realidad lo que está haciendo es darle dinero a la gente que siempre lo ha tenido. ¿Para qué darle un aumento al presupuesto al elefante blanco del Centro de Bellas Artes de Santurce? Inconcebible.
Así que yo pregunto: ¿Dónde están los de Todo Puerto Rico por Puerto Rico? Parece que se escondieron debajo de las piedras como los langostinos. Y ya es un poco tarde salir de ahí. El presupuesto de este año se aprobará con los recortes correspondientes y nadie dirá nada. Como todo el mundo está entretenido o distraído con la huelga de la Universidad de Puerto Rico, nadie está pendiente a nada más. Y aunque, por más simpáticas que nos parezcan las peticiones de los estudiantes y por más apoyo moral y de alimentos que se les quiera enviar y hasta de inspiración por su compostura y verticalidad, no se puede perder de perspectiva que los asuntos de la Universidad lo deben resolver la comunidad universitaria misma. Los demás entorpecen y confunden el proceso. Para eso tienen autonomía. Ni el gobierno ni nadie más deberían intervenir.
Ahora los grupos sindicales tienen programado otro paro nacional de 24 horas en apoyo a los estudiantes. Aquí se quiere resolver todo gritando (o con los panderos), o paralizando, en anarquía total. Nadie se sienta a pensar, de ningún bando, a delinear estrategias para que juntos saquemos al país del hoyo. Se nos va la vida en esto. Y no quiero que se piense que estoy a favor de este gobierno pedante y prepotente, de lo que estoy a favor es de salvar al País del estancamiento.
En una misiva que envió Sandra Cruz, quien trabaja para el programa de teatro del Instituto de Cultura Puertorriqueña, nos advierte de lo que está ocurriendo dentro del mismo.

“[En el] Instituto de Cultura Puertorriqueña […] entregaron cartas de cesantía
a la mitad de la plantilla de empleados y quieren repartir el patrimonio como
botín de guerra y contra la eliminación de la Oficina de Comunidades Especiales,
donde dejan solamente a ocho empleados, Oficina que se ha dedicado a
ayudar a nuestras comunidades en el proceso de apoderamiento de su
entorno y situación. […] Unámonos todas y todos los que entendemos que estas
dos Agencias son el punto de lanza para desarrollar los valores comunitarios,
culturales y sociales necesarios para echar nuestro país hacia adelante.
Mientras más seamos, estamos en mejor posición de ir a denunciar este
desmantelamiento ante el "circo" de las vistas de presupuesto. Anímate
y ejerce tu derecho a defender lo que es tuyo.”

Los paros, las marchas, protestas y huelgas son importantes como un mecanismo de presión pero no pueden ser la única estrategia. No se puede ir a las mesas de negociaciones con la premisa de que si no me das lo que te estoy pidiendo, me voy a la huelga o que si te tiras a la calle te meto a la fuerza de choque, porque ya de entrada se cierran todas las vías de comunicación y se convierte esto en quién resiste más. Así no se resuelve nada. Hay que exigir, pero se tiene que ceder algo.
Es una pena que la coalición de Todo Puerto Rico por Puerto Rico haya perdido presencia en el debate público, -bueno no hay tal cosa como debate público, lo que hay es la agenda del gobierno y lo que la prensa y/o comentaristas radiales piensan sobre eso, nada más- y es una pena porque era una organización que incluía a muchos sectores pequeños y que a través de la solidaridad de todos se podía hacer llegar o valer las propuestas correspondientes; eran la esperanza de proponer grandes cambios. Porque sólo los que están organizados obtienen lo que necesitan, a los que gritan les envían la fuerza de choque. Y esto se ha convertido en puertorriqueños peleando contra puertorriqueños.
Y no es que no se grite, si hay que gritar, se grita. Porque cuando se trata de principios uno se para frente al tanque.

Nota post escrito:
Lo de meterle la fuerza de choque a los estudiantes de la UPR como si fueran unos delincuentes o criminales, está cabrón. Fue abusivo, un acto intimidatorio, una brutalidad y una metida de pata de este Gobierno que no se sabe si lo hizo premeditadamente con la intención de provocar, o para distraer la atención pública o simplemente porque podían, es decir, para joder. Se les fue la mano.


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