La Asamblea del Colegio de Actores… y de actrices.

Por Pedro Rodiz

Recientemente se realizó la Asamblea Anual del Colegio de Actores de Puerto Rico, por supuesto que no asistí, yo no soy actor. Me enteré de lo que allí aconteció por la prensa. La reseña de la misma la hizo la periodista de Primera Hora Melba Brugueras. (Disponible en: http://www.primerahora.com/anaminsantiagocensuraalaprensaenasambleadelcolegiodeactores-520096.html)

De la nota periodística se desprende, un asunto que me parece interesante: que hay colegiados 1,110 actores y actrices con licencia- ¿tantos?- pero que han pagado la cuota 986- ¿tantos?-, o sea más del  89% de la matrícula valida al Colegio. Esto sí que  me pareció sorprendente.

Yo no voy a hablar de los méritos o deméritos del Colegio de Actores de Puerto Rico, otros lo han hecho hasta la saciedad. Además, de que me parece que a la entidad la deben apoyar o rechazar  los actores y las actrices del País.

Esto de la cuota llamó mi atención, porque la impresión que da en los pasillos de los teatros es que había una gran cantidad de actores y actrices que no les interesaba en lo absoluto el Colegio.  Las quejas siempre eran las mismas: “qué para qué pagar las cuotas”, “que si qué hacía por ellos”, “que no les daban trabajo”, “que yo no tengo que pagar para expresarme”, “que yo no tengo dinero”, etc.

Nunca he entendido porque tiene que ser obligatoria. Ya hay suficiente reglamentación de parte del Gobierno sobre nuestro oficio como para que nosotros mismos le impusiéramos otras trabas. Pero eso no me incumbe.  Ahora que al Gobierno le ha dado con desmantelar colegiaturas a todo dar, me he preguntado qué pasará con el Colegio de Actores. ¿Debe el Gobierno tomar la decisión de eliminar lo compulsorio o esa decisión la deben tomar los mismos actores y actrices?

A la Asamblea solamente asistieron 26 miembros, o sea, mal sacado, como el 1% de la totalidad de la matrícula, según se desprende de la nota periodística. Claro, me imagino el Colegio que  tendrán alguna clausula en su reglamento que establece  que una vez convocada la asamblea,  de no haber quórum, se convoca otra para una hora tarde, y se constituye la asamblea con los presentes y, que los que asistieron tienen la facultad de tomar las decisiones por todos los ausentes. Una vez, en broma, le sugerí al Presidente saliente, que hiciera una asamblea extraordinaria y propusiera que se eliminaran las cuotas. Que ese día llenaban una cancha.

¿Por qué si 986 pagaron la cuota este año sólo asistieron 26? ¿Por qué esa apatía? ¿Quieren o no quieren estar colegiados? ¿Todo el mundo paga la cuota contento?

El punto culminante de la Asamblea- hubiese dado cualquier cosa por haber estado allí escondido detrás de las gradas más que para verle la cara a la periodista- se dio cuando Anamín Santiago propuso una moción para que no se lea el informe del tesorero delante de la prensa. Anamín argumentó, con toda razón, que eso iba en detrimento del Colegio. Y tiene la razón porque aunque el Colegio reciba fondos gubernamentales, y esa información sí es pública, también es cierto que las cuotas que pagan los colegiados provienen de fondos privados y esos fondos no tienen que estar bajo el escrutinio público. ¿Acaso se revelan las finanzas del Colegio de Abogados?

Parece que la moción le supo a mierda a la periodista que en su nota publicó lo siguiente: “(1) El Colegio de Actores también recibió $15 mil de la Oficina de la Primera Dama para cubrir gastos de educación continua enfocada en la dicción en inglés a raíz del movimiento fílmico hollywoodense que se ha estado desarrollando en la Isla durante estos últimos años. (2)También se aprobaron fondos recurrentes para el taller de radio en el 940 AM, los cuales se vienen cabildeando desde el 2006. El presupuesto que se aprobó para éste fue de $800 mil anuales.”

Lo primero sí es una información pública, y eso talleres, me consta, se dieron. Caso cerrado. Lo segundo, quisiera aclararle a la compañera periodista, que lo del taller de radio no tiene nada que ver con el Colegio de Actores- el único vínculo que existe es que son actores y actrices; y que algunos o su mayoría o todos habrán pagado la cuota.- y que esos fondos  tienen que ver únicamente con la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública.

En esta ¿celebración? de sus veinticinco años de existencia, se eligió una nueva Junta de Directores. Vienen tiempos nublados para el teatro, o ya estamos debo decir, así que la pregunta que me queda por hacer es: ¿esos colegiados que pagaron la cuota, trabajaron el año pasado? ¿Trabajaron este año? ¿Tendrán trabajo el año que viene? Claro, el que trabajen o estén desempleados, el CAPR no tiene nada tiene que ver  con eso, no es su función ser una agencia de empleo.

Yo no sé ustedes, pero la impresión que me da es que siempre guisan unos pocos y que los muchos que quedan salen, trabajan o actúan de vez en cuando, o de muy de vez en cuando. Por eso me llamó la atención que fueran tantos los que pagaron la cuota porque para haber pagado tuvieron que haber laborado. Esperemos que esto sea una muestra de los buenos signos de los tiempos.