05/09/2007

La burka: ¿quién oculta el rostro?
Por Pedro Rodiz

(Con motivo del estreno de la obra E Pluribus Umum de Carlos Acevedo, que ganó el segundo lugar en el Certamen de Dramaturgia 2007 del Instituto de Cultura Puertorriqueña, proyecto que dirijo, les presento este trabajo que escribí en la Maestría y que trata, como la obra de teatro, sobre la guerra en Irak.)

La burka es una capucha o máscara que usan las mujeres en algunos países musulmanes fundamentalistas. Esa es la ley. Estas capuchas cumplen la función de ocultar un rostro. Por otro lado, en otros lugares y circunstancias, las máscaras sirven para representar a otro personaje o una situación.
Del Medio Oriente sabemos que hay arena, petróleo, terroristas, harenes, y es el sitio dónde nació Jesús. Usan turbantes, se dejan la barba y andan en batitas para arriba y para abajo. Hubo una guerra contra Irak, participaron soldados puertorriqueños, volvieron como veteranos y eso es todo. Han pasado más de doce años desde este suceso y eso es todo lo que conocemos. Nada más. ¿Por qué se peleó? ¿Alguien se acuerda? ¿Alguno sabe algo adicional sobre esa región?
Para ese tiempo salió un anuncio de televisión, pagado por la Guardia Nacional de Puerto Rico, que decía como sigue: “... nuestros soldados van a defender la democracia y la libertad en el Medio Oriente...” Lo gracioso es que Kuwait es una monarquía absoluta.
La información que nos llegó fue filtrada a través de la cadena de televisión CNN, que al parecer es la voz de Jesucristo en nuestros tiempos. Todo lo que sale de la boca del omnipresente y omnipotente es incuestionable. La fuente de información fue el Pentágono, en otras palabras, de boca de Dios Padre.
Los iraquíes invadieron Kuwait. Ellos alegaban que ese país les pertenecía. Lo cual es cierto ya que luego de la Segunda Guerra Mundial, los Países Aliados reconfiguraron la región. Tal fue el baratillo de pasillo, que le entregaron un pedazo de tierra al pueblo de Israel. Esto marcó el inicio de una hermandad entre estos pueblos que aún prevalece.
Y comenzó el bombardeo parte de los “justicieros”. Lo único que se veía por televisión era unas luces en movimiento. Parecían más fuegos artificiales que otra cosa. Nunca se presentó el otro lado: el lado del “demonio”. ¿En dónde cayeron esas bombas que no cesaron ni de día ni de noche? Nunca presentaron un cuerpo, ni sangre, ni curitas, nada. Parecía una batalla de “Play Station”. En una ocasión logró pasar un cohete de parte de los iraquíes a terreno de Israel. Enseñaron los visuales de esos “asesinos diabólicos”. “Mira de lo que son capaces” Lo que nadie mencionó es que esos proyectiles se los habían proveído los mismos que ahora los atacaban. La información fue filtrada y la parcializaron para justificar la “guerra santa”.
Lo que se olvidó mencionar de la batalla fue que Estados Unidos estableció sus bases en los lugares de mayor exportación del petróleo. ¿Quién los saca ahora? Los iraquíes nunca tuvieron oportunidad de ganar. Basta con los visuales en que los soldados que se rindieron, por ramilletes, con tal de que les dieran un poco de comida.
La ONU le impuso un embargo económico a Irak. Sólo pueden conseguir alimentos de primera necesidad por oro negro. Esa sanción aún continúa. ¿Qué pasa con los pobres de ese país? ¿No comen? ¿O es qué se chupan en sorbetos ese petróleo como si fuera la última Coca-Cola en el desierto?
La economía de los Estados Unidos estaba en picada antes del atentado del 11 de septiembre. Les fue peor después de esa fecha. Una de las formas que se ingeniaron para ayudar la débil economía es por medio de la guerra. ¿Con quién pelear? Fácil. Acusaron a Osama Bin Laden y a sus secuaces, esos mismos que fueron entrenados por la CIA, y los ubicaron en Afganistán. Ese país apenas se recupera de la guerra que sostuvo contra la ex Unión Soviética.
Los afganos pidieron pruebas a los Estados Unidos. Pero los gringos no dan pruebas. Reparten galletas de pan y de masa a todos los que se les oponen. Allá tiraron otras bombas adicionales, dañaron la ecología del país y no atraparon a Osama. Ahora están tratando de provocar otra guerra con Irak ya que la economía sigue estancada.
Por otro lado, Israel sigue enfrentándose a Palestina. Nadie de la región quiere a los judíos. Históricamente ha sido así. Pero los Estados Unidos los defienden y nadie se les enfrenta. Claro, el pueblo elegido por Dios, les maneja la banca. ¿Qué hubiese pasado con esa región si no existiesen esas grandes concentraciones de petróleo?
Los Estados Unidos utilizan todos los medios que están a su alcance para manipular la opinión pública. Parecen ovejas, pero son lobos disfrazados. Esa es la máscara que presentan al mundo, los de salvadores. Es un éxito espectacular de la propaganda. Lo irónico del asunto es que somos nosotros los que tenemos la burka puesta. Nos sentamos como espectadores frente al televisor para ver este espectáculo propagandístico como si fuera una comedia de situaciones.


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