10/29/2008

Las monotonías de Ildebrando Crecioni

De Pedrito Santaliz

Actuada y comentada por Antonio de Jesús

Santaliz tituló su monólogo Las monotonías de Ildebrando Crecioni –folio prehistórico, y más abajo leía, dedicado a Toñito de Jesús.

Siempre había querido realizar un personaje que me requiriera una transformación, de esas dramáticas que el público agradece y ayudan grandemente a obtener mejores resultados actorales. Así que tan pronto descubrí los requerimientos del personaje en el texto llamé a mi amigo Eric Gerena para que me ayudara a trabajar una cejas grandes y un bigote para el personaje. Gerena fue a casa y realizamos un taller de maquillaje casi instantáneo donde mi colega, me enseñó a preparar un bigote de trenzas de pelo sintético, son más económicas y se pueden trabajar mejor concluyó. Al fin no sirvió de nada porque a Santaliz no le gustó y quedó excluida mi sugerencia. En la portada del libreto, con mi letra y escrito a bolígrafo se recogen las principales indicaciones generales del texto, NO POETIZAR, DIALOGARLO. La obra la empezaba en cuclillas murmurando.
*Verán que Santaliz enumeró el texto. Cada oración tiene su universo.
(Vas a empezar cagando en una escupidera) La escupidera la conseguí en una ferretería en la Plaza del Mercado de Río Piedras.

1. Ildebrando: Mami, se me sale un mojón y no puedo controlarlo.

Mami, era un personaje al que sólo conocíamos por su timbre de voz.

2. Mami: Nene, se te ha dicho que te cuides y te tomes la pastilla pa’ controlate los mojones.
3. (Con desesperación) Ildebrando: Mami, ¿y qué hago con la fatiga?
4. Mami: tómate el jarabe aquel que te recetó la doña de Piñones.
5. (Exigiendo) Ildebrando: ¿Mami, y la mesa pa’ yo escribir?
6. Mami: Ahora mismo no hay mesa, pero pon el papel sobre la tabla.

Recuerdo que Pitu me compartió que así escribía él, sobre una tabla apoyada en dos torres de bloques.

7. (Suplicando) Ildebrando: Mami, no te vayas lejos, quédate por ahí.
8. Mami: Tengo que llevarle las hojas de plátano a tu tía pa’ los pasteles.
9. (Preguntando con inocencia) ¿Mami, entonces me quedo hablando solo?
10. Si mijo, haz tus historias y escríbelas- háblalas en voz alta, si te da fatiga, ponte neumotizine en el pecho.
11. (Hablando solo, limpia la mesa, tose y escupe) Yo no tengo tiempo para nada… En el trabajo, en “la milla de oro”; lavando platos pa’ un restaurancito allí –otros dos empleados y yo- no tengo donde botar tanta flema de la fatiga, al toser- estando en el trabajo. (Transición a adulto)
12. (Riendo) Me conocen como el que llora y pide las cosas llorando.
13. Siento algo… deseos… como de que alguien me toque la verija, pero no se cumple esa profecía… (Llorando)

Palabra que aprendí de Santaliz – Onanismo-masturbación – De Onán, personaje bíblico.

14. En mí último año limpiando el césped del jardín de una Universidad de Ponce, después que me fui , quise consagrarme y acércame a los más alto momentos sexuales de mi vida. (Transición a viejo).
15. (Recordando) Era mirando que encontraba a los seres. Nos íbamos pa’ un hotelito chiquito de Arecibo. Cuando yo estudiaba allí. El sonido de la presión del agua en el Yunque es bien gustoso.
16. (Va a la mesa y escribe inspirado, tacha, reflexiona sobre lo que acaba de escribir. Se seca la cara con un paño) Te odio, te odio, te odio… Dicen que soy impetuoso – que me lo hablo todo y por eso escribo monólogos. Es verdad.
17. A mami se le cayó la caja de dientes cuando me hablaba –ella no se dio cuenta- esa caja de dientes cuando se activa es automática – brinca y salta – yo creo que se le apagaron las baterías-algún día me la voy a poner – me queda gande.
18. (Suspirando) Se supone que yo lavara lo cagado – los pantalones que se cagaron- pero no lo voy a hacer.
19. No voy a llamar a nadie – mejor es que escriba – escribiendo con la mano izquierda, se me cansa –ya la artritis me atacó.
20. (Transición abrupta a joven) Hoy no es día de mariconadas tampoco- bueno, pues saco las piedras de debajo de la cama y las voy identificando una por una –cuando tena el caminito a la entrada, las voy pisando una por una.
21. Dije antes que lo monólogos no servían, pero mí vida es una extensión de monólogos, porque en la vida soy muy individualista.
22. (Susurrando) Tengo que guardar las revistas de hombres desnudos para que mami no las vea.
23. Alguien me dijo que leyera la historia de Alejandro Magno que me iba a gustar porque él era bisexual. Si busco libros en la biblioteca encontraré información, pero no puedo moverme – no quiero salir de aquí.
24. ¡Qué bueno que me pude limpiar el culo y los mojones! A mí edad, con un estómago suelto no es bueno salir por ahí.
25. (Transición a joven) ¿Qué debo hacer? Escribir para que otros interpreten lo mío?
26. Allá, en la sierra de Guajataca, hay un farallón que hace esquina con el centro del mundo.
27. Veo que solo estoy mejor.
28. Si busco en el techo encuentro las fotos de los muchachos que me gustan, Alex, Hansel, Adalberto, Renato, pero no puedo tocarme ningún órgano, porque estoy con fiebre y, tengo la fatiga.
29. ¿Qué puedo hacer hoy que no sea escribir sobre los jóvenes aquellos que aprendían inglés conmigo y no les entraba nada en la cabeza? Juana open the door… Pepe waited for Ana ten minutes…
30. No me quedaré sentado aquí todo el tiempo, debo moverme un poco. Mamá tenía razón, se están secando los cultivos de aquí y las hojas de plátano se quiebran.
31. (Juega con los potes, toma notas imitando a un científico, lee y rompe los papeles) Me voy a acercar a las botellitas donde guardo los fetos de sapos y de lagartijos, es una forma de estudiar la evolución de esos animales.
32. Si fuera a escribir hoy escribiría sobre el agua del Yunque, su presión y su belleza. (Se recuesta en un catre improvisado y se toca la verija)
33. Me voy a meter debajo de este mosquitero a ver si me bien la inspiración. (No consuma la masturbación comenzada).
34. No debí discutir con mi amigo sobre lo que yo sé. El sabe también, me creo saber más que nadie.
35. Me habían catalogado en la escuela como un maricón inteligente, pero eso no es verdad soy básico.
36. Quiero encontrarme con mi conciencia y decirle: mira bella, no tengo conciencia. (Ataque de risa).
37. Esto me hace recordar la fatiga y ponerme el tubito de aire. La fatiga es chavona.
38. Me voy aprovechar para decir que si alguien me mete un dedo en el ano, no me molesta, me agrada.
39. (Pausa larga) Pero, también tengo que estar pendiente que ya mi hija le gustan los muchachos, quiere salir.
40. (Súbita tristeza) Creo que aquí en este momento, en este momento, mejor es que cuele café.
41. No sé qué hacer, iré a un cine.
42. No hay sitio donde uno decir las cosas en la intimidad.
43. Por más que me esconda siempre me superará la furia total de mí carácter.
44. (Repetir la línea tres veces) ¡Qué bueno es Dios con alguna gente que se pega en la lotería!
45. (Busca la cámara fotográfica por todo el cuarto, la encuentra y se sube a una escalera) Si tomo fotos con la cámara seguro vendo, cuerpos y caras que me gustan y de ahí hago un collage.
46. ¡Oye! Pensé en ponerme mi ropa de minotauro para asustar a la gente. Porque yo en el fondo soy minotauresco.
47. Llamaré voces que me oigan dentro de este planeta y que acudan a mí llamada. O llamaré a las estrellas… (Corre por la habitación se tropieza y cae)
48. Me he caído – cierta cojera no me sirve para caminar.
49. Los nietos que jugaban conmigo en el patio me cogieron miedo, me veo feo, doblemente feo, o triplemente feo.
50. Me afeitaré antes de salir-no voy a salir a nada que sea peligroso. Soy un monstruo con magulladuras.
51. Aquí la gente como se arregla, se ve bien y yo cuando tengo el mojón atrás, que no me sale, lo gozo-eso se debe a que soy arquetípico.
52. Cuando los nietos andan con el abuelo, lo fastidian y le piden. (Imitando a los niños) Abuelito, abuelito dinos el poema, que solos se quedan los muertos…
53. Esta es una noche de un monólogo largo y lento.
54. Encenderé el fuego de la chimenea contemplaré los carbones encendidos.
55. Al escribir me he retratado yo mismo y he querido rectificar mis faltas. Todo muy informado, poca acción, nada pasa o pasa lo que pasa, lo que se me ocurra en el momento.
56. Sería bueno que apareciera otro personaje. No me digan que no hay alegría en mí, la hay.
57. (Entre el público) ¿Cuál es la función de este personaje? Ayudar a un actor que no tiene trabajo. No está envuelto con nada y no tiene crímenes ni culpabilidades.
58. Pero es un gigante del sexo o de buscar sexo donde no lo haya y su inclinación sexual han sido los hombres, tema desafiante de esta sociedad.
59. Se han ido guardando y hundiendo los seres y no hay con quien estar, no los busques que no los hay.
60. Alguien que me tire un tema y lo cambio, me muevo y actúo.
61. (Voz desde afuera) ¿Por qué no hay mujeres en tu monólogo?
62. No oigo bien… No veo bien… No escucho…
63. Porque mi tema es la falta de relación de esta sociedad, cuna de vicios y atapujos.
64. Oh, voy a sacar unos palillos que yo tengo y los rayaré en el piso. Es una forma de traer ritmo al monólogo, que no está lleno de nada. Se dijo que era mono tono y mono tono es… El que alguien sea una u otra cosa no quiere decir nada.
65. ¡Epa! (El ritmo lo alegra, cana brinca, salta, zarandea, busca por donde salir, tira papeles de la mesa tabla, se trepa, se inclina).
66. (Sentado en el piso frente a l cama). A mí la vida me causa mucha melancolía. Mucha.
67. Tengo y debo buscar las cosas que tengo en la cueva. Yo tengo una cueva, que no es como un ropero, donde guardo las cosas que atesoro y ahí tengo manos, huesos, ojos de cristal, pelos, dientes. Asuntos de mí antropología.
68. Ahí tengo “zippers”, fraesos musicales de melodías mías y fragancias… Hoy pienso que sería mejor oler menta.
69. Mami: Ildebrando, ¿todavía estás ahí hablando solo? Seguro que no has hecho nada.
Ildebrando: ¿Mamá que usté hizo?
Mami: Deposité algún dinero en la cuenta. Da trabajo ir a ese banco.
Ildebrando: Mamá, a usté se le cayó la caja postiza de dientes.
Mami: Yo tengo otra-esa es muy dura. Idebrando, me voy al mercado pa’ que puedas trabajar. ¿Qué quieres?
Ildebrando: Sopa. Traiga huevos y sopa.
Mami: ¿Por qué capítulo vas?
Ildebrando: Rompí el otro, lo reescribí.
Mami: Bueno me voy.
Ildebrando: Si mamá.
70. Ella no sabe de dónde vino. Me tiró aquí pa’ que yo me sacrificara. Nunca he conocido a mí padre. Pero ella me crió. Fue mi madre siempre. He sido muy enfermizo y ahora mis achaques no la ayudan a ella pa’ na.
71. En esta casa no hay mucha alegría, oscuridad tiniebla y temor, necesidad.
72. Mi hija está con la mai, no me quiere, la mai tampoco.
73. Yo busco en mis ídolos sexuales una sublimación, hay hoteles para eso.
74. Las piernas me pesan como si me quisieran llevar al centro de la tierra.
75. Moldeé un personaje en mi último que se parece a mí. Pero, no canta y yo canto y yo rayo como un guayo las tonalidades de la tierra: compuse algo que dice:
Chiqui chaqui
Me absorbe el agua
Y el sol me seca
Algún lujo seductor
Me pone sus prendas
Chiqui chaqui
Es fea y no se entiende.
76. (Guarda todo) Tengo que quitar el mosquitero para irme. Me canso de mi mismo. Y como no tengo ilusión, soy como un esqueleto que anda. He vuelto a ordenar todo y a ponerlo en su sitio. No sé quien soy pero miro a los planetas y las estrellas. Bueno me voy, perdonen que salga. Tengo los bolsillos llenos de periódicos. Ahora caso curioso, no deseo morirme. Quiero poder terminar mis escritos; el mojón, que yo sé que apesta, se apresta a salir de mis intestinos. Guardo una escupidera que dejo para depositarlo.
Viejo San Juan -9/1/05
Ensayamos por aproximadamente un mes en un saloncito en la Escuela de Artes Plásticas frente al Morro. El monólogo se representó en el Nuyorican café por dos días. Preparé la hoja de promoción y almacené en mi carro la escenografía y la utilería. Durante ese tiempo sólo podía viajar yo en el auto ya que no quedaba espacio para nada más. Desmontaba los bártulos, preparaba el espacio, ensayaba, recogía y los guardaba nuevamente. Compré todos los elementos de utilería necesarios y busqué otros. El proceso fue divertido, dirigido y relajado, no como cuando coincidían otros actores que enfrentaban entre sí sus egos e irresponsabilidades. Recibí cuarenta dólares de paga por noche, los que acepté con humildad.
En uno de los ensayos Pitu llegó sangrando por la nariz, me dijo que sentía mal, ese día no ensayamos.
Años después Lourdes Morán compañera actriz, se me acercó y me contó que Pedrito estaba en el hospital, en intensivo. No quise ir a verlo. Me justifiqué pensando que quería recordarlo como lo había conocido. Vivo, despierto y en movimiento.
Hoy al hacer memoria sobre su persona lo imagino sonriendo frente a la puerta de la Escuela de Artes plásticas, lugar éste que señala nuestra historia fue en antaño un manicomio, el Morro inmenso se levanta a nuestras espaldas, mientras lo despido con un abrazo y un hasta pronto Pitu. Me subo a mi auto repleto de bártulos y el brazo mecánico del estacionamiento se levanta, mientras me alejo de él. Por el retrovisor lo veo arreglarse la gorra y acomodarse su mochila, cabizbajo se marcha en dirección contraria como un personaje melancólico de alguna de sus propias obras. Confío en que me lo volveré a encontrar y estaremos listos para un segundo estreno.


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