08/14/2009

Entre el aquí y el allá
Entrevista a Kisha Burgos
Por Pedro Rodiz



¿Cuál es tú preparación académica y cuántos años llevas de carrera?

Tengo un bachillerato en el Departamento de Humanidades con Concentración en Drama en la UPI, como cariñosamente le llamamos. He tomado un sinnúmero de talleres entre Puerto Rico y Latinoamérica: de teatro, actuación, clown y dramaturgia. En fin en todo lo que he podido meterme para empaparme más, ahí he estado. Creo que he estudiando toda mi vida. Empecé una maestría que no culminé porque el programa no me convenció. Eso fue en un consevatorio de actuación con la técnica de Mesiner en Rutgers University en NJ. Pero ahora acabo de culminar mi maestría en guión cinematográfico en NYU.

¿Cuál es el recuerdo más distante que tienes del teatro o de alguna obra de teatro?

Una obra en el Teatro Puerto Rico, lo que hace muchos años es una discoteca que ha tenido miles de nombres diferentes. Eso es un teatro que queda en la esquina de la Ponce de León y Bellas Artes de Santurce. No recuerdo ni como se llamaba la obra. Creo que era con Idalia Perez Garay o tal vez eso quise pensar, pero sólo recuerdo una imagen muy experimental y abstracta de una mujer que se levantaba de una caja de muertos o algo así. Eso se me quedó clavado en mi memoria. Tal vez lo soñé…o la dirigí en mi mente de la manera en que quise verla, no sé. Recuerdo que a nadie de mi grupo de compañeros de escuela le gustó pero a mí sí me fascinó. No sé porqué, tal vez porque no entendí. Tal vez por eso me gustó, porque me provocó pensar, porque me remontó a los sueños….

¿Cuándo fue que realizaste que ibas a estudiar teatro?

Desde chiquita yo quería hacer lo que hacían en las novelas porque eso era la única referencia que yo tenía de la representación y de la transformación escénica. Tal vez lo que me atraía era que escapaba a mi realidad cuando me metía en el cuento de la novela, lo cual en última instancia, es lo que buscamos como espectadores cuando vamos a ver teatro o cine. Queremos vernos, pero desde el otro para por un momento olvidarnos de nosotros y sufrir o gozar por el otro. Luego, cuando salimos de esa realidad nos sentimos más a gusto con la nuestra porque hemos manifestado emociones elevadas por lo que hemos visto. Es como cuando un desconocido nos cuenta sus desgracias y por un momento nos hace alejarnos de las nuestras y nos lo disfrutamos pero la diferencia radica en que en el teatro experimentamos una interpretación elevada de la realidad y eso es divertido y nos sorprende. Claro, si es buen teatro. Yo nací y me crié en Barranquitas donde no había teatro ni cine y yo vivía mis días hablando sola, inventándome mundos imaginados y viendo novelas.
¿En qué trabajas actualmente? ¿Vives del teatro?

Actualmente, estoy en un momento de transición pues dejo de ser estudiante y escritora a tiempo completo y ahora estoy de vuelta de la maestría a la vida “Real”. En estos momentos estoy ensayando dos obras de teatro, escribo y sobrevivo. En otros momentos me he sostenido mucho mejor entre el teatro y todas las variantes, comerciales, locuciones, películas y talleres. Ahora la situación está mucho más difícil. La situación económica la sentimos nosotros los artistas más que nadie en nuestra sociedad. En un mundo capitalista lo primero que se afecta son las artes, pues para la mayoría, nosotros no somos necesarios.

Recientemente terminaste una maestría en dramaturgia ¿Qué tipo de obras escribes?

Creo que no tengo un estilo determinado porque cada idea, cada historia me lleva a una manera distinta de comunicarla. Pero debo decir que me inclino por el teatro absurdo y experimental. Cómo público, me fascinan las piezas que me dejan pensando, entonces como artista, me gusta jugar con eso y no me agrada darlo todo de primera instancia.

Si no estuvieses involucrada en alguna actividad teatral, ¿qué serías o qué harías?

Sería veterinaria, trabajaría en un safari, investigando sobre los animales en peligro de extinción, en alguna organización para la protección de los animales o algo así. Me fascinan los animales.

¿Pensaste alguna vez renunciar y dedicarte a otra cosa?

Nunca. Aunque me he diversificado, ahora como escritora y también quiero dirigir, aunque esa parte aún no me fascina. Además, ahora estoy entrando al mundo del cine. ¡Pero nunca me quito! No sería yo. No sería feliz. Sí, quiero hacer muchas cosas y las haré, pero siempre mi eje será mi arte.

Estás radicada en Nueva York, ¿cómo te va por allá?

Bueno, estuve estudiando en Nueva York. Todavía no puedo decir como me va porque la unversidad es una burbuja protectora y la vida trabajando es otra cosa. Creo que voy a estar yendo y viniendo por ahora. Así es como me veo. Por ejemplo, seis meses acá y otros seis meses allá o otra ciudad, quien sabe... Creo que soy muy bipolar para resistir un sólo lugar por mucho tiempo. Me fascina el cambio, lo nuevo y sobre todo los retos. ¡Eso es lo que me mueve! Pero debo decir que hice unas conecciones artísticas en Nueva York que visualizo darán frutos interesantes.

¿Cómo te visualizas de aquí a 10 años?

Me visualizo haciendo tal vez mi segunda película y haciendo teatro en un espacio de escuela-teatro grande… compartido con una comunidad de artistas maravillosos. ¡Ah! Y también me visualizo en una casa grande o pequeña pero con una finca grande con muchos animales y también con muchos árboles que den frutos.

¿Qué opinión tienes sobre el teatro en New York?

Sinceramente no vi cosas que me impresionaran más que los trabajos que he visto en Festivales de Teatro en Latinoamérica o proyectos hechos por grupos como Mala Yerba o Yuyachkani, por ejemplo. Mi gusto es bien exigente con el teatro y estoy marcada por ese tipo de teatro tan viceral, real y a la vez mágico que he tenido la gran oportunidad de ver en Sur América, Cuba y en Europa también. No digo que en Nueva York no se de ese tipo de teatro porque la diversidad cultural de esa ciudad la hace gestadora de muchas cosas maravillosas como por ejemplo, la salsa y en realidad a Nueva York llega casi todo lo que es bueno en sus países. Pero realmente tengo que decir que vi muchas cosas de teatro que no me sorprendieron, que ni tan siquiera se plasmaron en mis recuerdos. Pero de que hay de todo, lo hay y para escoger.

¿Qué opinión tienes del teatro puertorriqueño?

Aquí hay teatro y mucho! Este es un país sumamente teatral y hay unas olas generacionales de vez en cuando que sorprenden con piezas que son realmente de alto nivel artístico pero nos quejamos demasiado de nosotros mismos y de lo que hacemos. Somos muy exigentes, eso es bueno, pero eso no nos puede detener. Para ser un país tan pequeño se hace mucho teatro. Definitivamente yo creo que el país no da a vasto para todo el talento que ha desarrollado, ni se ha educado al público de manera que sea suficiente para sostener toda la oferta teatral que existe. Además, la situación económica y de espacios son factores que nos afectan especialmente en estos momentos entonces la gente se agota, lo cual es normal. Yo creo que hay que continuar haciendo teatro, utilizando las dificultades a nuestro favor y haciéndolas parte de nuestra estética. Si no tenemos espacios pues apoderarnos de espacios alternos, por ejemplo. Y yo creo que eso hemos estado haciendo por muchos años ya porque la oferta teatral no ha parado en Puerto Rico. Pero creo que en lugar de quejarnos debemos apoderarnos de nuestras condiciones y convertirlas en nuestras fortalezas y continuar.

¿Qué piensas de la dramaturgia puertorriqueña?

Pienso que tenemos tantas cosas que contar, pero en general no leemos. Hacen falta lectores para formar los escritores… Considero que hay muy pocos escritores para todos los grupos de teatro, actores y directores que existen en este país. También pienso que se está dando una dramaturgia hace mucho tiempo, que creo que no se está documentando como tal, en proyectos más alternativos en donde la dramaturgia se sale del papel y se da en el proceso de montaje y/o en colectivo.

¿Qué piensas de la dramaturgia nuyorican?

Pues es nuyorican. Algunas cosas personalmente me gustan y otras no me interesan o no me tocan a mí como persona. Creo que es necesaria y es reflejo de su realidad y eso es un poco lo que hace falta tal vez en la isla. Por otro lado, como soy bipolar también pienso que la dramaturgia de Nueva York podría explorar otros temas que vayan más allá de la experiencia de ser puertorriqueño en NY y aunque esa sea la esencia, siempre se pueden explorar otros niveles más universales dentro de eso.

¿Qué proyecto atesoras y por qué?

Está difícil esta. Puedo mencionarte varios que hice como actriz y no termino, también como escritora atesoro lo que he hecho porque ha sido tan intenso en todo el sentido de la palabra y amo esos momentos en que hasta sueñas con el trabajo y no tienes tiempo para ni siquiera mirarte al espejo. Puedo mencionarte mi trabajo con el Rodante de la UPR.: Sueño de una noche de verano. Lloré de la emoción al final del estreno. Los Melindres de Belisa y todos los viajes que hicimos. EL trabajo de “Una de Cal y Una de Arena”, que me llevó a tantos Festivales de Teatro….pero esta pregunta es super injusta porque yo en cada proyecto he vivido cosas que atesoro porque lo más que me gusta del teatro es esa comunidad de amigos, colegas y herman@s que se da de manera mágica y permanente en cada obra.

Cuando escribes una obra, ¿cómo lo haces? ¿Haces bosquejos? ¿Usas imágenes? ¿Qué haces? ¿Cómo es tu proceso creativo?

Siempre empiezo por un dolor, por algo que verdaderamente me desgarra de dolor o de vergüenza. Pero a veces comienza con una palabra, frase, o una coversación que escucho de desconocidos, pero siempre se relaciona con mi vida y mis rollos. Luego, invento una historia que lo aleje de mí, entonces comienza el juego de la creación hasta que llega el momento en que se me olvida donde comenzó todo. Los personajes toman vida propia y ya no me recuerdan mis dolores y entonces, “sin querer queriendo” me sano olvidándome de mis dolores haciéndolos tan insignificantes ante la complejidad lograda con los personajes. Es como si fueras al sicólogo y salieras escuchandolo a él en lugar de hablarle de los “emborujos” que tienes en la mente.


Free Web Site Counter