Entrevista Miguel Diffoot
Por Pedro Rodiz
¿Cuál es el recuerdo más distante que
tienes del teatro o de alguna obra de teatro?
En los años 70’s recuerdo vívidamente haber
ido al Teatro La Perla de Ponce y disfrutar de Los cocorocos de Manuel Méndez
Ballester protagonizada por Miguel Ángel Álvarez.
¿Cuándo fue que te percataste de que ibas a
estudiar teatro?
Mi inclinación hacia la actuación surge desde
temprana edad, a los 13 años estaba decidido a ser actor.
¿En qué trabajas actualmente? ¿Vives del teatro?
Trabajo como regular en la programación dramática
de WIPR desde 1994 y actualmente como la voz de Puerto Rico Network. No he
vivido exclusivamente del teatro, he tenido que “buscármelas” dando talleres de
teatro, clases de canto, dirigiendo, escribiendo…por suerte siempre ha sido en
el área de las artes.
Si no estuvieses involucrado en alguna
actividad teatral, ¿qué serías o qué harías?
Son muchas las cosas que haría, sería Chef,
masajista, astrólogo, pianista, monje budista o karateca.
¿Tienes alguna anécdota relacionada al teatro que te haya impactado,
positiva o negativamente, que quieras compartir?
Lo más que me impactó al comenzar fue la
arrogancia, el cinismo y la hipocresía de muchos de los ya establecidos en ese
momento. Por suerte los tiempos cambian y lo que antes fue gracioso, risible
y/o motivo de mofa, ya no es bienvenido como lo fue antes. Nadie está exento de
culpa pues yo también me mojé en esa charca, pero descubrí, agraciadamente, que las energías positivas y
el entusiasmo pueden ser puestos al buen servicio del colectivo. La labor
teatral ahora se realiza con mayor camaradería, cosa saludable pues, ya que
vivimos en un país en permanente crisis cultural, hubiese sido insoportable
continuar esa ruta autodestructiva.
¿Pensaste alguna vez renunciar y dedicarte
a otra cosa?
Oh sí, me estoy retirando desde 1991.
También has escrito obras, ¿qué tal la experiencia?
La primera experiencia fue una sicótica.
Tuve un encuentro cercano a la muerte (en un asalto) por lo que me encerré en
mi apartamento y no salí durante un mes. Estaba siempre a oscuras y fumando. Área
de fumar, mi primera obra, surge de esa fobia a los espacios abiertos y
concurridos. Como la pieza gustó mucho en su estreno, decidí seguir intentando
la escritura, labor que iba a la perfección con el ermitaño que recién nacía en
mí. Me gusta experimentar con las relaciones humanas, crear situaciones
potentes y usar el humor negro, el cual me fluye con facilidad.
Cuando escribes una obra, ¿cómo lo haces?
¿Haces bosquejos? ¿Usas imágenes? ¿Qué haces? ¿Cómo es tu proceso creativo?
No tengo una fórmula para comenzar, a veces
puede ser una simple imagen, una frase, un recuerdo o un simple olor lo que me
impulsa a escribir. Siempre empiezo por el final, que es la imagen potente y
teatral que tengo en el cerebelo…de ahí en adelante puedo escribir el resto
que, como rompecabezas, va tomando forma hasta que asume la que desea y eso lo
decide el escrito. El texto es quien en realidad tiene la última palabra…con
esto digo y me reafirmo en que el instinto es quien debe dominar ese momento
creativo…no me gusta analizar demasiado lo que hago y detesto
intelectualizar…esos elementos son fríos y dañinos a la hora de crear algo que
produzca la calidez que necesito y busco.
¿Qué piensas de la dramaturgia
puertorriqueña?
Siento que hay buenas propuestas de autores
del patio, pero al igual que pasa con los Festivales de Teatro Puertorriqueño,
pasan sin pena ni gloria y no les dan la importancia ni la promoción
necesarias.
¿Qué opinión tienes del teatro
puertorriqueño?
Creo que el “facilismo” permea en gran
parte de las propuestas que pretenden llenar teatros con masas de gente dispuestas
a reír, y no lo critico (aunque debería) solo que a veces el balance no se da y
nos vemos proponiendo lo mismo una y otra vez. Aclaro que la actual crisis ha
llevado a los teatreros a hacer piezas teatrales realmente hermosas y
artísticas y que la actividad se ha multiplicado teniendo labor constante y en
todas nuestras salas.
Ante el panorama del teatro puertorriqueño,
a tu juicio, ¿qué se necesita para que
la situación mejore o prospere?
Deben eliminar el descuento a los
envejecientes, es un dolor de cabeza para muchos.
¿Qué otras habilidades tienes?
Decidí ser actor a los 13 años, pero a los
14 descubrí la música y de ahí en adelante me apasionó la música coral y decidí
ser cantante. Cantaba clásico durante el día y nueva trova por las noches a esa
edad. Estudié música en la Escuela Libre de Música en Ponce (cursos de solfeo y
música coral) y luego en la Universidad Interamericana con concentración en Voz
con Clark Mallory. Desde ese momento hasta el presente he formado parte de
muchas agrupaciones como la Coral Filarmónica, Coralia y Aequitas.
¿Qué proyecto teatral atesoras y por qué?
Mi recuerdo más hermoso fue cuando dirigí
la pieza Un número de Caryl Churchill con los actores Carlos Miranda y
Carlos Rivera Marchand. Me encantaba el texto, lo que proponía en términos de
conflicto y todas sus posibilidades. Es el proyecto que mas atesoro.
Cuando te preparas como actor para una
obra, ¿cómo lo haces? ¿Qué haces? ¿Cómo es tu proceso creativo?
Depende de la obra. No me gusta
intelectualizar la creatividad, prefiero dejar que mis instintos fluyan sin
cuestionarlos; eso no implica que me aparte de la técnica y el análisis básico,
para esto necesito haber sido un intelectual antes. ¿Irónico no? Así es, porque cuando nos
mantenemos en contacto con la situación social, la lectura, el buen cine, los
sabores y olores que nos rodean y asimilamos esas experiencias, no necesitamos
el estudio intenso al momento de actuar, porque automáticamente permea lo
vivido. De esta manera obtenemos un balance y evitamos la mecanización y el
peso excesivo en escena. Por lo menos eso es lo que me funciona en Puerto Rico,
cada vez es menos el tiempo que tenemos para prepararnos.
Cuando te preparas para dirigir una obra de teatro, ¿cómo lo haces? ¿Cómo te
preparas? ¿Usas imágenes? ¿Qué haces? ¿Cómo es tu proceso creativo?
Uso inicialmente la música, es el elemento
artístico más poderoso y descriptivo de ambientes e imágenes que irán fluyendo
en el proceso. Esto me indica el tempo y el color preciso de lo que pretendo
dirigir.
¿Cómo eres como director? ¿Cómo haces para
que los actores y actrices estén en sintonía con tu concepto de dirección?
Soy bastante flexible, me gusta mantener un
ambiente de camaradería y humor en el proceso, esto ayuda a la comunicación
efectiva de un concepto, sin imponerme demasiado pues me gusta cuando hay un
compartir de opiniones. Si me equivoco lo admito y acepto sugerencias de mis
compañeros si son mejores que las que yo pueda ofrecer.
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